Felipe de Edimburgo dejó instrucciones para un funeral militar y austero
La ceremonia se celebrará el sábado de la semana próxima. Por el coronavirus la limitación de los funerales es de 30 personas y el temor a las aglomeraciones
El príncipe Felipe dejó aparentemente instrucciones para renunciar a un funeral de Estado y elegir a cambio una despedida austera y con marcado carácter militar. La ceremonia se celebrará el sábado de la semana próxima, publicó el diario El Mundo de España.
Desde hace casi dos décadas, el Palacio de Buckingham ha ido poniendo al día la así llamada "Operación Puente de Forth" (en honor al famoso puente ferroviario en Escocia), con el dispositivo necesario en el caso de muerte del consorte de la Reina.
Los planes han tenido que ser adaptados a los tiempos del Covid y a la última voluntad del Duque de Edimburgo, poco proclive a una ceremonia multitudinaria en la abadía de Westminster o en la catedral del San Pablo. Todo parece indicar que el lugar elegido para el funeral podría ser la capilla gótica de San Jorge, la misma en la que se casaron el príncipe Enrique y Meghan, dentro de los muros del castillo de Windsor.
La capilla tiene capacidad para 800 invitados, pero las restricciones del Covid limitan los funerales a 30 participantes, y requieren el uso de mascarillas y el distanciamiento social de dos metros en recintos cerrados. El lunes empieza la segunda fase de la desescalada en Inglaterra, y las reglas podrían relajarse en última instancia.
La Reina dará prioridad en cualquier caso a su larga familia, y es muy poco probable que haya sitio eventualmente para representantes de otras casas reales y de la Mancomunidad de Naciones. El príncipe Enrique ha anunciado su intención de volar desde California para la ocasión, aunque no se sabe si lo hará en solitario o en compañía de Meghan (una dispensa diplomática podría servirle para eludir la cuarentena a su llegada al Reino Unido y le bastaría con dos PCR antes y después de su llegada).
Las restricciones suponen también que el féretro de Felipe de Edimburgo no podrá ser exhibido en público (hace tiempo se especuló con la posibilidad del Palacio de St. James, donde miles de británicos pudieron dar su último adiós a Diana). No habrá tampoco desfile de rigor en el 'mall' de Londres, por el temor a aglomeraciones (el anuncio oficial de su muerte tuvo que ser retirado el viernes de las puertas de Buckingham ante la afluencia de público).
Pese al carácter militar de la ceremonia en la capilla de San Jorge, tampoco habrá probablemente desfile por las calles de Windsor por la misma razón. Felipe de Edimburgo podría ser enterrado en la misma capilla, donde estuvo en tiempos la tumba de su madre Alicia de Grecia (posteriormente trasladada al Monte de los Olivos en Jerusalén por su expreso deseo).
Varios medios británicos anticipan sin embargo que el lugar elegido para el entierro podría ser Frogmore Gardens, dentro de la misma finca del castillo, un lugar frecuentado por la Reina cuando saca a pasear a sus perros. Allí se reunieron también con el tiempo los restos mortales de Eduardo VIII, conocido como el Duque de Windsor tras su abdicación, y su esposa americana Wallis Simpson.
El Gobierno declarará posiblemente un duelo nacional de ocho días y las banderas de todo el país ondearán a media asta durante ese tiempo. El duelo afectará parcialmente a la campaña para las elecciones locales y puede obligar al 'premier' Boris Johnson a replantearse su inminente viaje a India.
La Reina, que siguió muy activa durante la estancia de 28 días en el hospital de su marido, podría suspender su actividad oficial durante ese período, lo que obligaría a posponer los actos por su 95 cumpleaños el 21 de abril. La celebración oficial en junio -que suele coincidir con la ceremonia militar Trooping the Colour- había sido ya suspendida por las restricciones del Covid.