Un lento y cauto movimiento de la ciudadanía por las calles de Kiev, desde que las autoridades ucranianas proclamaron la liberación del frente norte de la ciudad capital, caracteriza la actual situación, junto al simétrico desplazamiento de decenas de miles de soldados rusos para su próxima ofensiva en el este de Ucrania: Donbas

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, lo alertó en el parlamento surcoreano, al afirmar que la que calificó como retirada rusa de Kiev dejó la zona sembrada de cadáveres de sus soldados y tanques y blindados, convertidos en chatarra calcinada

A solo unos kilómetros de distancia, en Irpín, Bucha o Borodianka, las consecuencias de la invasión fueron devastadoras.

Claramente, se empieza a definir la segunda etapa y la profesora de Política Internacional de Rusia, autora de "La política de seguridad de Rusia bajo Putin" y "Política exterior y de seguridad de Rusia", Aglaya Snetkov, trazó para BBC una hipótesis acerca de los próximos sucesos: "Estamos ante una guerra lenta de desgaste", dijo.

"Los rusos se concentrarán en aplastar a los ucranianos posiciones e infraestructura", añadió, para conjeturar que Putin atacará desde el norte y desde Mariupol, en el sur, aumentando la presión para obtener concesiones.

Snetkov sostuvo ante Jack Burgess, de BBC, que Rusia puede apuntar a más infraestructura ferroviaria aunque al costo de que haya más víctimas civiles."Ya sea que estén planeando apoderarse de áreas en el este para bombardearlos hasta que no existan, en esta etapa no lo sabemos", añadió.

Afirmó que tomará un tiempo más el arribo a Donbás de equipos militares pesados, en especial si llegan desde Bielorrusia o la propia Rusia.

Interpretó que el nombramiento del general Alexander Dvornikov para supervisar la invasión podría hacer más coordinada la estrategia operativa rusa, con menos generales enviados a la línea del frente.

"Lo que ha sido sorprendente hasta ahora es que los rusos no tuvieran jefe de mando, o al menos no hemos sabido quién era", puso de relieve. 

El lento desplazamiento del convoy militar de más de ocho millas, detectado el viernes por imágenes satelitales dirigiéndose a través de la ciudad ucraniana de Velykyi Burluk, a 50 millas al este de Kharkiv, a Izyumen, en la región de Kharkiv, al norte de Donbás, confirma el análisis de la experta en política de seguridad, del paréntesis en la prueba de fuerza para la que se preparan Moscú y Kiev, que no hará más que profundizar el dilema al que se enfrenta Occidente. 

Invasión de Rusia a Ucrania: expertos aseguran que estamos "ante una guerra lenta de desgaste”
Vista del convoy militar de más de ocho millas moviéndose a través de la ciudad ucraniana de Velykyi Burluk, en la región de Khrkiv.

Aunque el Kremlin se vio obligado a abandonar su intento de tomar Kiev, aprovechó esta transición para reequiparse, renovarse y redistribuirse, concentrándose en objetivos de guerra reducidos, como apuntar a todos los oblasts de Donetsk y Luhansk reclamados por las llamadas repúblicas separatistas, ambas reconocidas por Vladimir Putin justo antes de que estallara la guerra. 

Tracey German, profesora del departamento de estudios de defensa del King's College de Londres, ratifica la posibilidad de que Rusia ya haya aumentado el número de batallones en el este de Ucrania "de 30 a 40 en los últimos días".

Resta saber si Moscú, con sus fuerzas ya maltrechas, puede llevar a cabo el objetivo: 37-38 de sus batallones son "no efectivos en combate" después de ser acosados ​​por Kiev, Chernihiv y Sumy, según una estimación de la inteligencia occidental el lunes. 

Eso deja a Moscú con una fuerza de combate total de unos 90 batallones. Con toda su fuerza, cada batallón debería tener alrededor de 800 soldados. 

En otras partes del este, están cada vez más cerca de tomar el control de Mariúpol, dividiendo la ciudad en dos, según el Instituto de Estudios de la Guerra, a un alto costo para los atacantes y uno mucho más temible para sus ciudadanos.

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Sin embargo, el teniente de alcalde de Mariupol, Serhiy Orlov, dice que las fuerzas ucranianas resisten a Rusia en la ciudad sitiada y devastada.