El gobierno de los Estados Unidos anunció que junto a la Comisión Europea, Alemania, Italia, Reino Unidos y Canadá, determinó la expulsión de "bancos rusos seleccionados" del SWIFT, la red de alta seguridad que conecta miles de entidades financieras de todo el mundo.

Se trata de un paso realizado por la Casa Blanca y sus aliados que era temido por Rusia, por su costos económicos. En un comunicado conjunto entre otras partes se señaló que la medida se enmarca en los esfuerzos para “garantizar colectivamente que esta guerra sea un fracaso estratégico para (el presidente ruso, Vladimir) Putin”.

En el mismo sentido, se indicó que la desconexión de los bancos del sistema financiero "perjudicará su capacidad para operar a nivel mundial".
También se anunciaron “medidas restrictivas que evitarán que el Banco Central de Rusia despliegue sus reservas internacionales para socavar el impacto de nuestras sanciones”.

Por otro lado, los países anunciaron el lanzamiento, a fines de esta semana, de un "grupo de trabajo transatlántico" para "garantizar la implementación efectiva de nuestras sanciones financieras al identificar y congelar los activos de las personas y empresas sancionadas que existen dentro de nuestras jurisdicciones".

SWIFT, o la "Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales", es un sistema de mensajería seguro que hace posibles los pagos transfronterizos rápidos, lo que permite el comercio internacional.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que los aliados impedirían que Rusia "usara su cofre de guerra" paralizando los activos de su banco central. También acordaron congelar sus transacciones e impedir que el banco central liquide sus activos, indicó el sitio de la BBC.

Agregó que se tomarían medidas enérgicas contra los llamados "pasaportes dorados" que "permiten que los rusos ricos conectados con el gobierno ruso se conviertan en ciudadanos de nuestros países y obtengan acceso a nuestros sistemas financieros".