China ordenó el cierre del consulado de Estados Unidos en la ciudad de Chengdu, en el centro del país asiático, luego de que Estados Unidos hiciera lo mismo con el consulado chino en Houston, en medio de una escalada de tensión sin precedentes en las últimas cuatro décadas de relaciones diplomáticas.

Estados Unidos ha acusado al consulado chino en Houston de ser "un centro de espionaje" y de "robo de propiedad intelectual" y Pekín ha denunciado que diplomáticos destinados en Chengdu han "injerido" en asuntos internos del país anfitrión y han llevado a cabo "actividades no acordes con la descripción" de sus puestos.

Las condiciones del cierre serán idénticas. 72 horas para cesar las actividades, un mes para la marcha de los diplomáticos.

La respuesta de Pekín ha asegurado que "se ajusta a las normas básicas de las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas acostumbradas", y es "una respuesta legítima y necesaria a la medida injustificada de Estados Unidos".

En cambio, opina, la decisión original de Washington es una "provocación unilateral" que "viola las normas básicas de las relaciones internacionales" y "perjudica gravemente las relaciones China-Estados Unidos".

Asimismo ha lanzado un llamamiento a la calma, sin dejar de responsabilizar a Washington del deterioro de los lazos diplomáticos: "La situación actual de las relaciones chino-estadounidenses no se corresponde con los deseos de China, y Estados Unidos es totalmente responsable de ello", asegura el ministerio chino, que pide a Washington "crear las condiciones necesarias para que las relaciones bilaterales vuelvan a la normalidad".

Mientras Exteriores lanzaba ese llamamiento, la televisión estatal china CCTV, comenzaba una retransmisión en directo del exterior del edificio, donde se congregaba una decena de vehículos de la Policía china e incluso un camión de bomberos.

La escena parecía una recreación de las escenas en Houston, cuando se vieron columnas de humo en el patio del recinto y llegaron los bomberos, mientras presuntamente los diplomáticos chinos hacían arder los documentos del consulado.

La conexión televisiva con el consulado de Chengdu, según aseguran los medios estatales chinos, han llegado a seguirla hasta 20 millones de espectadores.

Horas antes, el secretario de Estado, Mike Pompeo, pronunciaba un discurso en la biblioteca del presidente Richard Nixon ?el hombre que inició la aproximación estadounidense a China hace casi 50 años?, donde dibujó a Pekín como una amenaza existencial para la economía, la libertad y la democracia en el mundo, y llamó a los países occidentales a plantar cara a la "tiranía" de la potencia asiática.

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"¿Acaso las teorías que propusieron nuestros líderes sobre la evolución de China hacia la libertad y la democracia se han hecho realidad? El viejo paradigma del compromiso con China ha fracasado. No debemos continuarlo. No debemos volver a él", afirmó Pompeo.

En la rueda de prensa diaria del Ministerio de Exteriores chino, el portavoz Wang Wenbin ha rechazado las afirmaciones de Pompeo, que considera que están llenas de "prejuicios ideológicos" y no se corresponden con la realidad.

Las relaciones bilaterales entre China y Estados Unidos han sufrido un drástico deterioro desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, sobre cuyo origen y gestión ambos países han intercambiado reproches mutuos.

Fuente: El País.