Al menos 22 personas murieron y decenas permanecían heridas como consecuencia del paso del huracán Henri por el territorio de los Estados Unidos, donde miles de hogares quedaron sin energía eléctrica y alrededor de mil vuelos tuvieron que ser cancelados.

Autoridades sanitarias del condado de Tenessee, donde se produjeron repentinas inundaciones, confirmaron 16 víctimas fatales por "los eventos meteorológicos en el condado de Humphreys", indicó la Agencia de Gestión de Situaciones de Emergencia.

No obstante la lista fatal era elevada a 22 por la agencia AP, que los desaparecidos se contaban en decenas y varios puentes y rutas permanecían cerrados en la región.

Kansas Klein, propietario de un negocio en la ciudad de Waverly, dijo al mismo medio que una zona de viviendas para personas de bajos ingresos conocida como Brookside resultó gravemente dañada por las inundaciones, mientras que en la región se señalaba que llovió un 25 por ciento de las precipitaciones previstas para todo el año.

"Fue devastador: los edificios fueron derribados, la mitad de ellos fueron destruidos", dijo Klein. "La gente sacaba los cuerpos de las personas que se habían ahogado y no lograban salir", añadió.

Henri se proyectaba como el primer huracán en tres décadas en tocar tierra en Nueva Inglaterra, región conformada por Rhode Island, Maine,

Massachusetts, Connecticut, Vermont y New Hampshire, aunque se debilitó durante la noche del sábado y fue degradado a tormenta.

Más de 80.000 hogares quedaron sin energía eléctrica y con calles convertidas en lagos, incidentes que también se han repetido en Nueva York, Nueva Jersey y otras zonas por los intensos vientos.

Los tres puentes que fueron cerrados previo a la llegada de Henri por el viento fueron reabiertos pero con restricciones para ciertos vehículos. De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se espera que Henri continúe reduciendo su velocidad.