El lunes pasado hubo un evento que creo cambió la dinámica del conflicto entre Rusia y Ucrania y Rusia y la OTAN. La decisión del Gobierno ruso de reconocer la autonomía y la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk genera un hecho muy novedoso y pone al conflicto en un desfiladero muy peligroso, porque ese reconocimiento implica en la práctica una mutilación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania sobre su territorio, y eso es una violación del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y es un escalamiento porque ya deja de ser un conflicto bilateral para ser ya un problema de seguridad y paz internacional.

Hoy el Gobierno ruso da otro paso en ese desfiladero de escalada militar que es la invasión a Ucrania, eso ya es un agravamiento muy peligroso y de nuevo en violación de la Carta de las Naciones Unidas y nuevamente eso exige una respuesta de toda la comunidad internacional; ya no es un problema limitado a una región. Está en juego la paz internacional.

Además, Rusia tiene una doble responsabilidad como miembro permanente del Consejo de Seguridad como país que tiene el privilegio al veto y tiene la responsabilidad de velar por la paz y la seguridad internacional, y no lo está haciendo.

El lunes se abrió una nueva etapa de este conflicto, que ya tiene escalas globales y que exige un compromiso de todos los países del sistema mundial. Todos tenemos la obligación de exigirle a Rusia que sus acciones sean en apego al derecho internacional. En el siglo XXI no podemos trabajar en la jungla, hay que accionar y desarrollarse en medio de un sistema de normas y valores compartidos.

(* Ricardo Lagorio es diplomático y ex embajador argentino en Rusia).