España puede encontrarse "al inicio de la tercera ola" del nuevo coronavirus, afirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras constatarse un aumento sustantivo de contagios, y pidió a la población "estar alerta" durante las celebraciones de fin de año.

"No vamos bien", manifestó Illa, quien no descartó que se tengan que adoptar nuevamente medidas más restrictivas para las reuniones de Navidad.

"Estamos a las puertas de unos días excepcionales", agregó, por lo que instó a "estar alerta".

Tras cinco semanas consecutivas de descenso de los casos, la tendencia de la curva epidemiológica cambió hace una semana y desde entonces no dejó de crecer.

La incidencia acumulada se situó hoy en 224 casos por cada 100.000 habitantes, 10 puntos más que el viernes pasado. En los últimos tres días fallecieron 334 personas, llevando la cifra total de fallecidos a los 49.260, mientras que se registraron 22.013 nuevos contagios, hasta un total de 1.819.249.

En línea con otros países europeos, España decidió suspender los vuelos de entrada procedentes del Reino Unido a partir de mañana tras la nueva cepa de coronavirus detectada en este país.

La decisión se tomó de manera concertada con Portugal y supondrá también un refuerzo de los controles fronterizos en la colonia británica Gibraltar, donde según un vocero del Reino Unido se detectó la nueva cepa, también hallada en Dinamarca y Australia.

Por otro lado, la pandemia de coronavirus, que socavó las economías de los países, afectó ostensiblemente al sector de la hotelería, que exigió al Gobierno un plan de rescate "urgente", que el Ejecutivo de Pedro Sánchez prometió aprobar para antes de fin de año.

Según los datos de la cámara hotelera, hasta octubre pasado más de 65.000 establecimientos hoteleros cerraron y 350.000 trabajadores perdieron su trabajo. Las protestas de hoteleros, afectados por las medidas restrictivas, tuvieron lugar a las puertas del Congreso de Diputados de Madrid.

En las pancartas se podían leer lemas como "Si no nos mata la Covid, nos mata el Gobierno" o "Si me obligas a abrir con un tercio de aforo, cóbrame un tercio de impuestos".

En Barcelona alrededor de 800 trabajadores de la hotelería y el ocio nocturno protestaron contra el toque de queda dictado con motivo de la pandemia. Los hoteleros reclaman al Gobierno regional catalán "medidas equitativas para la contención de la Covid-19, que no estigmatice y culpabilice a un único sector".