El gobierno del presidente Pedro Sánchez autorizó la entrada a España a partir del 7 de junio a todas las personas vacunadas contra el coronavirus con las dosis aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que no incluye la vacuna rusa Sputnik V, una de las más utilizadas en la Argentina.

Desde el 7 de junio todas las personas vacunadas y sus familias son también bienvenidas con independencia de su lugar de origen”, declaró el mandatario en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra estos días en la capital española, consigna este viernes el matutino porteño "La Nación".

El país solía ser, previo a la pandemia, el segundo destino turístico mundial, subraya ese diario centenario de la Argentina.

Este es un esfuerzo por propulsar la actividad económica de uno de los sectores más golpeados, consigna.

Otros medios locales destacan que los argentinos, en su mayoría inoculados con el antídoto creado en Rusia, se ven privados de acudir a "La Madre Patria".

Pero España no ha producido solamente esa noticia en las últimas horas.

"Aunque sea por unas horas, la jubilosa calle del Pecado de la ciudad española de Sitges, situada al noreste, recuperó su ambiente prepandémico durante un ensayo para reabrir el ocio nocturno de forma segura ante el covid-19, señala el sitio France24.com

Durante cuatro horas en la noche del jueves al viernes, en esta festiva villa costera cercana a Barcelona, los bármanes volvieron a agitar sus cocteleras y las pistas se llenaron de jóvenes y no tan jóvenes bailando sin distancias al ritmo de la música electrónica, mientras en la barra se iban acumulando las copas vacías.

Solo las mascarillas quirúrgicas o FFP2 que los 400 participantes del ensayo podían quitarse al beber o fumar recordaban la permanencia de un virus que ha apagado la animada vida nocturna española.

"Cuando vi que había una oportunidad de por fin salir de fiesta, no lo pensé dos veces (...) Salí por última vez en marzo de 2020. Desde entonces encerrada, ahora parezco universitaria, con ganas locas de salir en jueves", reconocía a la AFPTV Núria Miralpeix, directora financiera de 38 años.

La concurrencia se sometió horas antes a un test de antígenos de covid-19. Cinco días después, tiempo durante el que se pide repetir las indicaciones sanitarias, deberá pasar otro para estudiar si hubo contagios.

El evento supone un fugaz soplo de oxígeno para los propietarios de los locales de fiesta, cerrados en esa región de España desde marzo de 2020, con un breve paréntesis entre junio y julio.

"Ha sido una época muy complicada, porque hemos estado más de un año cerrados (...) Hacemos esta prueba para demostrar que el ocio nocturno es seguro", decía Miriam Morató, propietaria de 48 años del bar Las Vegas.

Organizado por el ayuntamiento y las autoridades sanitarias regionales, esto es un ensayo.

El objetivo "es reactivar este sector económico que lleva más de un año cerrado, que la gente pueda volver a trabajar", señaló la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell.

Este estudio sigue la senda de dos conciertos realizados en Barcelona, con mascarillas pero sin distancia de seguridad: el primero en diciembre con un aforo de 500 personas y otro, en marzo, con 5.000 personas en un gran pabellón de conciertos.