Además de la segunda ola de casos de coronavirus, España sufría la mayor nevada en 60 años, un hecho histórico que para algunos sectores del país era una oportunidad para jugar con nieve, pero para otros generaba inconvenientes como la suspensión de clases, de partidos de varios deportes y viajes.

La impresionante caída de nieve se dio en el marco de la denominada borrasca Filomena, que afectaba a casi la totalidad del territorio del país ibérico.

El temporal colapsó la ciudad de Madrid, ya que dejó más de 400 rutas afectadas, 60 cerradas y decenas de conductores atrapados: también obligó al cierre del Aeropuerto de Barajas.

Al igual que el distrito capitalino, las comunidades de Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, y Valencia están en riesgo extremo (aviso rojo).

En tanto, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja en riesgo importante (amarillo).

Personas arrojando bolas de nieve, armando muñecos o incluso esquiando en medio de la tradicional Puerta de Alcalá, fueron algunas de las imágenes que se pudieron registrar en España.