El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo conversaciones telefónicaes con el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, y con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, para dialogar sobre la situación en Ucrania.

Bennett expresó sus evaluaciones de la situación en Ucrania y del actual proceso de negociación entre las delegaciones de los países en conflicto, informó el Kremlin en un comunicado de prensa.

Putin compartió sus opiniones sobre las conversaciones de paz entre Moscú y Kiev y acerca del desarrollo de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, añadió.

Con Scholz, Putin trató el mismo asunto: los líderes centraron su atención en los problemas del actual proceso de negociación, comunicó el Kremlin. Putin expuso una serie de consideraciones en el contexto de las posiciones de principio de Rusia durante las conversaciones, añadió.

Alemania y la energía

El canciller alemán, Olaf Scholz, precisó que no hay ninguna posibilidad de cancelar en el corto plazo los suministros de energía desde Rusia, durante el debate general en la Bundestag.

Alemania tiene el objetivo de poner fin a su dependencia de petróleo, gas y carbón de Rusia a largo plazo.

"Pero hacerlo de un día para otro significaría sumir a nuestro país y a toda Europa en una recesión. Cientos de miles de puestos de trabajo estarían en peligro", dijo Scholz, señalando que el país necesita "energía fiable y asequible".

La crisis entre Rusia y Ucrania y las sanciones impuestas ya están afectando a los ciudadanos en Alemania, no sólo por los altos precios del combustible, dijo Scholz.

En perspectiva hacia los próximos meses, "sólo hay una respuesta sostenible a la dependencia energética y a los altos precios de la energía: energías renovables y eficiencia energética", indicó Scholz, quien añadió que el objetivo de Alemania de neutralidad climática para 2045 es "más importante hoy que nunca antes".

Situación de Europa

La Unión Europea (UE) está sometida a una presión creciente desde Washington para prohibir las importaciones de energía rusa, justo ahora que los líderes europeos y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebran una cumbre en Bruselas donde analizarán medidas de disuasión contra Rusia.

Sin embargo, los Estados miembros del bloque comunitario todavía no han alcanzado un acuerdo sobre si imponer la prohibición de importar energía rusa dentro de la UE.

"El suministro de energía de Europa para calefacción, movilidad, electricidad e industria no puede garantizarse de ninguna otra manera a día de hoy", dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, a principios de este mes en Francia, durante una cumbre de los líderes de la UE. 

Más del 40 por ciento del gas natural de la UE, además del 25 por ciento de su consumo de petróleo, procede de Rusia. Alemania insistió insistiendo en su rechazo a una prohibición abrupta.

Su ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, argumentó que la propuesta de embargo sobre el crudo ruso se reducía a una "cuestión de cuánto dependemos del petróleo" de Rusia.

Otros líderes alemanes se hicieron eco de la preocupación de Baerbock, indica un enfoque publicado por la agencia Xinhua.

El ministro de Asuntos Económicos y Acción Climática, Robert Habeck, advirtió el sábado que Alemania, este próximo invierno, dejará de tener gas suficiente para calentar las viviendas y mantener la industria en funcionamiento si no obtiene más gas y se interrumpen los suministros de Rusia.

Otros miembros de la UE, como Austria y Finlandia, también advirtieron contra la prohibición precipitada de importar energía desde Rusia.

Las sanciones impuestas por los Estados Unidos y Reino Unido al sector energético ruso, en respuesta a la operación militar de Rusia en Ucrania, ya han hecho sentir sus efectos sobre los mercados de la energía en todo el mundo.

"Las implicaciones de una pérdida potencial de las exportaciones de petróleo ruso sobre los mercados globales no pueden subestimarse", advirtió en un informe publicado hace una semana la Agencia Internacional de la Energía (IEA, según sus siglas en inglés).

Según la IEA, las interrupciones en la producción de petróleo de Rusia podrían provocar la mayor crisis de suministro en décadas.

La perspectiva de una prohibición de la UE sobre las importaciones de petróleo ruso sacudió ya a los mercados energéticos mundiales.

El precio del crudo subió este lunes más del 7 por ciento, hasta alcanzar los 115 dólares por barril, mientras los diplomáticos europeos debatían una posible prohibición de importar energía desde Rusia.

El incremento en los precios del crudo colocó a las empresas de transporte en España al borde de la quiebra, país en el cual iniciaron una huelga de ámbito nacional la semana pasada.

Conforme esta huelga entra en su segunda semana, la interrupción del transporte está provocando escasez de alimentos, e incluso algunas zonas del norte de España están en riesgo de quedarse sin agua corriente.

Un efecto colateral de los picos en las tarifas energéticas fue que los precios de otros muchos artículos se dispararon en Alemania.

La Asociación de Agricultores Alemanes advirtió que el precio de los fertilizantes es ahora cinco veces más caro en comparación con el año anterior.

El presidente de esta asociación, Joachim Rukwied, aseguró que está convencido de que el precio de los alimentos subirá porque agricultores y fabricantes de comida tendrán que trasladar esta inflación de costes a los consumidores. 

Los países europeos acordaron que la UE debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos hasta eliminarla por completo. Diversificando sus fuentes de suministro de gas, mientras acelera el desarrollo de las energías renovables para sustituir el gas en la calefacción y la generación energética, la UE intenta reducir su demanda de gas ruso en dos tercios antes de 2030.

Rusia suministra alrededor del 10 por ciento de la demanda mundial de petróleo. Incluso si los dos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo con la mayor capacidad disponible en reserva, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, estuvieran dispuestos a aumentar su producción, la escasez de suministro sin la producción de Rusia no podría ser compensada, según los analistas.

Pero esos países se niegan a aumentar su producción y, al contrario, dejaron claro que se adherían al compromiso "OPEP Plus", que supone un ritmo controlado.

Rusia se endurece con los Estados Unidos

El interés del Pentágono en los laboratorios biológicos de las antiguas repúblicas soviéticas requiere aclaración, advirtió el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.

"Los laboratorios biológicos estadounidenses están en todo el mundo y lo que más nos preocupa es la presencia de estos laboratorios y la continua creación de otros nuevos en las antiguas repúblicas soviéticas", señaló Lavrov durante una reunión con estudiantes y profesores de la Universidad MGIMO de Rusia.

El funcionario continuó: "El hecho de que el Pentágono expresara interés en los antiguos laboratorios soviéticos, con el fin de modernizarlos y crear nuevas instalaciones, necesita ser aclarado".

Durante una operación militar especial en Ucrania, el ejército ruso descubrió que los laboratorios biológicos financiados por los Estados Unidos realizaban investigaciones con virus peligrosos, de acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso.

Tanto Rusia como China reclamaron repetidamente a Washington que explique a la comunidad internacional el propósito de esas instalaciones.