Embate climático con extremos de calor en el noroeste de EEUU y Canadá
Temperaturas mayores a 47 grados se alcanzaron en Portland, en Seattle y del lado canadiense. La ola de calor sin precedentes, que se mantendrá toda la semana, hizo sonar las alarmas sanitarias norteamericanas.
Una ola de calor sin precedentes está agobiando a gran parte del noroeste del Pacífico, en EEUU y Canadá, pese a que todavía no es julio: las temperaturas superaron los 37,8 grados Celsius (100 grados Fahrenheit), un fenómeno que el cambio climático potenció en los últimos tiempos.
Obedece a un fenómeno conocido como "cúpula de calor" por el cual las altas presiones atrapan el aire caliente.
Según los científicos, se trata de algo que ocurre de media cada mil años, pero que el cambio climático posiblemente tornó más frecuente y que también está afectando al oeste de Canadá.
En áreas como Portland, la ciudad más grande del estado de Oregon, el agobio lleva tres días seguidos sin aflojar.
En el condado de Multnomah, se reportaron al menos 43 visitas al departamento de emergencias en la mañana del lunes debido a la ola de calor y en todo el fin de semana funcionó a pleno la clínica de atención de urgencia en el condado.
Fue de tal magnitud el movimiento que la Oficina del Sheriff tuvo que advertir, el lunes, que las ambulancias se estaban agotando debido a la demanda.
También Seattle, sita en el noroeste del estado de Washington, batió su propio récord del domingo y lo mismo ocurrió del lado canadiense de la frontera, Lytton, en Columbia Británica, donde el domingo y el lunes se registraron 48 grados Fahrenheit, muy por encima de lo normal.
Lagos, ríos y playas, en una zona en la que el clima suele ser frío y húmedo, se encuentran repletos ante temperaturas que rozan registros que no se habían visto desde 1940.
Tanto los aires acondicionados como los ventiladores, artefactos poco demandados por esos lares, están agotados.
Expertos como Kristina Dahl, científica climática de la Unión de Científicos Preocupados, y Michael E. Mann, un colega de la Universidad Estatal de Pensilvania, culpan al cambio climático de estar reconfigurando los patrones climáticos del planeta.
Y que a medida que los humanos emiten a la atmósfera más gases de efecto invernadero, que calientan el planeta, se agrega más energía al sistema climático.
La investigadora del clima y la salud de la Universidad de Washington, Kristie Ebi, sostuvo que el exceso de consumo de energía aparece a través de eventos climáticos extremos.
"Las olas de calor siempre han ocurrido y siempre ocurrirán, pero ahora tenemos un patrón de olas de calor muy diferente al que teníamos hace un par de décadas", dijo a CNN . “Y no es solo la intensidad, también es la extensión geográfica”.
En el extremo opuesto del país, el noreste, más de 40 millones de personas están también bajo advertencias de calor, incluidas las áreas metropolitanas de Nueva York, Filadelfia y Boston.
Aunque el calor no será tan fuerte como en Oregon y el estado de Washington, los récords para la fecha podrían establecerse en el noreste antes que las temperaturas se enfríen el jueves.
Kate Weinberger, epidemióloga ambiental de la Universidad de Columbia Británica, analizó el número de muertes relacionadas con el calor extremo en EEUU cada año.
Un estudio de 2020, del que fue la autora principal, encontró una cantidad subestimada de muertes relacionadas con el calor en el país, ya que los registros generalmente solo consideran términos médicos como insolación y descuidan otras causas de muerte potencialmente relacionadas con el calor, como ataques al corazón.
“Es probable que el calor contribuya a muchas más muertes por causas distintas a la insolación, porque puede exacerbar otras enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y pulmonares”, dijo Weinberger.
“Dado el peligro que representa el calor, los eventos como la ola de calor en curso en el noroeste del Pacífico deben tomarse muy en serio”, recomendó.