El presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), Alexandre de Moraes, aseguró que los operativos policiales montados en distintos puntos del país no impidieron que los ciudadanos pudieran concurrir a votar, como había denunciado el Partido de los Trabajadores (PT).

Si bien admitió que los procedimientos pudieron haber generado demoras para los ciudadanos, detalló que habían sido programados con anticipación e informados al Tribunal por la Policía Federal de Carreteras (PRF).

“En algunos casos eso retardó la llegada de los electores, pero en ningún caso impidió que puedan votar”, afirmó Moraes en declaraciones a la prensa, al hacer un balance de la jornada electoral.

De esta forma, rechazó el pedido de detención del jefe de la Policía Federal de Carreteras, Silvinei Vasques, que había sido solicitado por el equipo de Luiz Inácio Lula da Silva, tras acusarlo de estar alineado con el mandatario Jair Bolsonaro.

Moraes sostuvo que después de las primera vuelta electoral del 2 de octubre se verificó la necesidad de implementar un operativo de tránsito de cara al balotaje, lo que había sido "informado por escrito" ante ese Tribunal con anticipación.

Sobre el nivel de participación en este segundo turno, el titular del TSE señaló que de acuerdo a los datos del transporte público, que fue gratuito durante la jornada para facilitar los traslados, "la abstención debería ser menor" que la de principios de octubre.

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El equipo de Lula denunció ante el Tribunal Superior Electoral que los operativos de la policía tenían como objetivo impedir el voto de quienes iban a acompañar al PT, ya que se dieron especialmente en el nordeste del país, zona en la que el ex mandatario nacional tiene una mayor cantidad de respaldo.