El Gobierno británico adelantará a 2035 la prohibición de vender automóviles nuevos de diésel, gasolina o híbridos, que había fijado para 2040, con la intención de reducir a cero las emisiones contaminantes.

La decisión, anunciada hoy por el primer ministro Boris Johnson, se produce luego de que los expertos alertaran de que el plazo fijado en 2040 retrasaba demasiado el objetivo de reducir a cero las emisiones de C02 para 2050.

Durante un acto en Londres para lanzar la cumbre climática COP26, que se celebrará en noviembre en Glasgow, Escocia, en el que también participó el naturalista David Attenborough, Johnson sostuvo que 2020 será "un año decisivo de acción climática" para el planeta.

"La celebración de la COP26 es una importante oportunidad para que el Reino Unido y las naciones de todo el mundo den un paso adelante en la lucha contra el cambio climático", dijo Johnson.

Y agregó: "Al tiempo que estableceremos a lo largo de este año nuestros planes para alcanzar el ambicioso objetivo de neutralidad carbono para 2050, instaremos a otros a que se unan a nosotros".

En paralelo, la industria aeronáutica británica prometió también alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, gracias a proyectos de aviones menos contaminantes que todavía no existen y a controvertidos mecanismos de compensación que las ONG denuncian como medidas cosméticas.