El Papa rompió a llorar al mencionar a Ucrania en una oración pública
La multitud, incluido el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que estaba justo al lado del Sumo Pontífice, aplaudió cuando se dieron cuenta de que no podía hablar y le vieron llorar.
El papa Francisco comenzó a llorar el jueves al mencionar el sufrimiento de los ucranianos durante una oración tradicional en la Plaza de España de Roma.
La voz del Sumo Pontífice comenzó a temblar cuando mencionó a los ucranianos y tuvo que detenerse, incapaz de hablar, durante unos 30 segundos mientras le temblaba la cabeza. Cuando reanudó la oración, su voz se quebró, indica un cable de la agencia de noticias Reuters.
La multitud, incluido el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que estaba justo al lado del Sumo Pontífice, aplaudió cuando se dieron cuenta de que no podía hablar y le vieron llorar.
Francisco se quebró durante la tradicional oración a la Virgen a los pies de una estatua durante la fiesta de la Inmaculada Concepción, feriado nacional en Italia.
"Virgen Inmaculada, hoy hubiera querido llevarte el agradecimiento del pueblo ucraniano (por la paz)", dijo antes de verse desbordado por la emoción y tener que detenerse.
Cuando pudo, continuó: "En lugar de eso, una vez más tengo que traerles las súplicas de los niños, de los ancianos, de los padres y madres, de los jóvenes de esa tierra martirizada, que tanto está sufriendo".
Desde que Rusia invadió a su país vecino en febrero, el Papa mencionó a Ucrania en casi todas sus apariciones públicas y se mostró cada vez más crítico con Moscú.
El miércoles, comparó la guerra en Ucrania con una operación nazi que mató a unos dos millones de personas, en su mayoría judíos, en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial.
Después de leer la oración del jueves en la estatua cerca de la Plaza de España, Francisco saludó a la gente en la multitud, incluidos los periodistas.
Cuando una de las periodistas dijo a Francisco que le había visto emocionado, él respondió: "Sí. (La guerra en Ucrania) es un sufrimiento enorme, enorme. Una derrota para la humanidad".
Por Philip Pullella, de la agencia Reuters