El papa Francisco evitó pronunciarse este miércoles sobre la ordenación de hombres casados en zonas remotas de la Amazonia con el fin de cubrir la escasez de sacerdotes, como se lo habían solicitado los obispos de la región.

Según se interpreta, de esa manera el papa cerró la posibilidad de contar con curas casados ya que ni siquiera lo mencionó en su exhortación sobre el Sínodo de la Amazonia, publicada este miércoles.

Francisco frenó así la expectativa formada en torno a la posibilidad, que había generado un fuerte debate entre los sectores más conservadores de la Iglesia.

Los obispos de las regiones amazónicas que participaron en el Sínodo del año pasado habían aprobado la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados y reconocidos por su comunidad para poder celebrar la eucaristía en los puntos más remotos de la región.