El papa Francisco afirmó que algunos en el ala conservadora de la Iglesia Católica Romana se habían aprovechado de la muerte de Benedicto XVI, de una manera poco ética para su propio beneficio.

Hablando con los periodistas a bordo del avión que regresaba de un viaje al África, Francisco también rechazó las afirmaciones de algunos conservadores de que Benedicto XVI, quien murió el 31 de agosto, estaba amargado por algunas de las decisiones del Papa actual.

"Creo que la muerte de Benedicto fue instrumentalizada por algunas personas", dijo, usando la frase italiana "guiar el agua hacia el propio molino", que significa gente que quiere beneficiarse a expensas de los demás.

Entonces añadió: “Esa gente no tiene ética. Es gente de un partido, no de la Iglesia”. La conversación incluyó una condena a una ley que criminaliza a las personas LGBTQ, indica un cable de la agencia de noticias Reuters.

Francisco usó una expresión en español "Cuento Chino" para describir las acusaciones de algunos conservadores de que Benedicto XVI estaba entristecido por algunas de sus decisiones tras su renuncia en 2013.

El Papa aseveró que consultó con frecuencia a Benedicto en los casi 10 años transcurridos entre su renuncia en 2013 y su muerte pero no nombró a ninguno de los conservadores a los que se refería.

Inmediatamente después del funeral de Benedicto XVI el 5 de enero, el arzobispo Georg Ganswein, secretario durante mucho tiempo del difunto ex papa, publicó un libro sobre lo que dijo que eran tensiones mientras dos hombres vestidos de blanco residían en el Vaticano.

El cardenal Gerhard Mueller, un aliado conservador de Benedicto XVI que criticó a Francisco, también escribió un libro en enero.