El Papa Francisco denunció el lunes la violencia contra las mujeres, en momentos en que Italia está inmersa en un examen de conciencia nacional sobre cómo deshacerse de una arraigada cultura machista que a menudo ha conducido al feminicidio.

Francisco ha hecho numerosos llamamientos para poner fin a la violencia contra las mujeres en el pasado. Pero sus palabras del lunes fueron las primeras en un discurso desde el brutal asesinato de la estudiante universitaria Giulia Cecchettin, de 22 años, en noviembre.

El asesinato desencadenó protestas en todo el país y llevó a pedir que la enseñanza del respeto a las niñas forme parte de los programas escolares desde la guardería.

"Toda sociedad debe aceptar el don que es la mujer, cada mujer: respetar, defender y estimar a la mujer, sabiendo que quien daña a una sola mujer profana a Dios, que nació de una mujer", afirmó.

Los legisladores italianos respaldaron por unanimidad una serie de medidas para reprimir la violencia contra las mujeres, después de que el asesinato reabriera un debate nacional sobre el tema. El exnovio de la joven ha confesado el asesinato, según ha declarado su abogado a la prensa.

Según el Ministerio del Interior italiano, más de 100 mujeres fueron asesinadas en 2023, aproximadamente la mitad de ellas a manos de su pareja o expareja. El feminicidio se ha convertido en una palabra habitual en los titulares de los periódicos.

Francisco hizo sus comentarios en la homilía de una misa en la Basílica de San Pedro el día en que la Iglesia Católica Romana celebra la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, que es también el Día Mundial de la Paz de la Iglesia.

Francisco dijo que las mujeres tienen un papel crucial como modelos de paz. "También el mundo necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para salir de la espiral de violencia y odio y volver a ver las cosas con ojos y corazón verdaderamente humanos", destacó.