El papa Francisco condenó este miércoles los "implacables bombardeos" de Rusia sobre las ciudades ucranianas, al afirmar que los ataques desataron un "huracán de violencia" sobre los residentes.

Ante miles de personas congregadas con motivo de su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro, también hizo un llamado a "aquellos que tienen el destino de la guerra en sus manos" para que la detengan.

Al menos 26 personas perdieron la vida en Ucrania durante la mayor ofensiva aérea de Rusia desde el inicio de su invasión en febrero.

LEER MÁS: Ucrania tilda de "disparate" la investigación rusa sobre la explosión del puente de Crimea

"Mi corazón está siempre con el pueblo ucraniano, especialmente con los residentes de los lugares que han sido golpeados por los implacables bombardeos. Que el espíritu (de Dios) transforme los corazones de quienes tienen en sus manos el destino de la guerra, para que el huracán de la violencia se detenga y se pueda reconstruir la convivencia pacífica en la justicia" expresó Francisco.

A la pregunta, en un evento en Roma, sobre si los ataques pueden considerarse crímenes de guerra, el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, contestó que no está capacitado para emitir un juicio jurídico tan técnico.

"Pero ciertamente son actos inaceptables que claman venganza ante Dios y ante la humanidad, porque bombardear a civiles desarmados está fuera de toda lógica. Hay que condenarlo totalmente", apuntó Parolin.

Francisco pidió de forma directa por primera vez hace 10 días al presidente ruso Vladimir Putin que detenga la "espiral de violencia y muerte", diciendo que la crisis corre el riesgo de tener consecuencias mundiales inconsolables.

Por Philip Pullella, de la agencia Reuters