El opositor Alexéi Navalny decidió volver a su país cinco meses después de ser envenenado aún cuando las amenazas de captura eran explícitas. Y así fue, el activista fue arrestado por la policía no bien pisó territorio ruso.

Minutos después de que se difundiera su detención, el servicio penitenciario, el FSIN, confirmó el arresto.

Aseguró que lo hizo por "múltiples violaciones" de una sentencia suspendida en 2014 por cargos de fraude, y agregó que "se le mantendrá en custodia" hasta que un tribunal dicte sentencia.

El avión de Berlín que lo transportaba aterrizó en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú a pasadas las 20, hora local. La nave tenía previsto aterrizar en el aeropuerto de Vnukovo, pero minutos antes de tocar tierra, la terminal aérea cerró sorpresivamente por "razones técnicas", según el servicio de prensa de la aerolínea Pobeda.

Según periodistas de la AFP a bordo del avión, el piloto anunció en un primer momento un retraso de 30 minutos a causa de un "problema técnico", antes de indicar que el aparato se dirigía hacia Sheremétievo.

Navalny, ahora preso, decidió volver a su país tras varios meses de convalecencia en Alemania tras sufrir un envenenamiento.

En el otro aeródromo, donde le esperan decenas de sus partidarios y donde se encuentran agentes antidisturbios, las fuerzas del orden detuvieron a varios de sus aliados, indicó en Twitter Ivan Jdanov, uno de los más allegados colaboradores del opositor. Entre los arrestados está su hermano.

Hacia las 14 GMT, el avión despegó desde Berlín. A bordo, el político ruso subió un video junto a su pareja y escribió: "Nos vamos a casa". Además, dijo a los reporteros del vuelo que es inocente y que no teme ser detenido.

Desde que el principal enemigo de Vladimir Putin anunció el miércoles su intención de regresar, los servicios penitenciarios rusos (FSIN) le advirtieron y aseguraron que se verán "obligados" a detenerle por violar las condiciones de una condena con suspensión de pena que le impuso la justicia en 2014. Navalny, de 44 años, no hizo caso de esas maniobras que, según él, están destinadas a "amedrentarlo".

Alexei Navalny cayó súbitamente en coma en agosto, cuando regresaba de un viaje a Siberia. Inicialmente fue hospitalizado en Omsk, una gran ciudad de la región, pero fue evacuado unos días después a un hospital de Berlín tras la presión de sus allegados.