El líder del principal partido de oposición de Canadá fue expulsado de la Cámara de los Comunes el martes después de descalificar al primer ministro Justin Trudeau, en el último enfrentamiento entre dos hombres que lucharán en las elecciones del próximo año.

Los conservadores de centro derecha de la oposición oficial están muy por delante en las encuestas, según publicó la agencia de noticias Reuters.

El incidente comenzó cuando el líder del partido, Pierre Poilievre, criticó lo que llamó la negativa de Trudeau a tomar medidas enérgicas contra las sobredosis de drogas.

"¿Cuándo pondremos fin a esta política descabellada de este primer ministro descabellado?" preguntó a Trudeau en la cámara baja electa de la Cámara de los Comunes.

El presidente Greg Fergus, un liberal, le advirtió a Poilievre que el comentario era no parlamentario e inaceptable y le pidió cuatro veces que lo retirara. 

Poilievre se negó en cada ocasión, diciendo que en su lugar usaría la palabra extremista o radical.

Fergus volvió a advertirlo alegando que desconocía la autoridad del Presidente y, en un movimiento inusual, lo instó con estas palabras: "Le ordeno que se retire de la Cámara... por el resto de la sesión de este día".

Poilievre, que abandonó la cámara con sus legisladores, repitió posteriormente su ataque a la postura de Trudeau sobre las drogas.

"Esta es una política loca de un primer ministro loco que está destruyendo vidas", insistió  en una publicación en las redes sociales.

El parlamentario liberal Steven MacKinnon, encargado de asuntos gubernamentales en la Cámara, declaró a los periodistas que el incidente había sido una vergüenza y mostraba una falta de respeto hacia las instituciones.

Trudeau mantiene una relación irritable con Poilievre, a quien acusa de ser un extremista y partidario del movimiento Make America Great Again del expresidente estadounidense Donald Trump.

El primer ministro de Canadá había hablado anteriormente con los periodistas el martes y acusó a Poilievre de pasar tiempo con grupos de extrema derecha.

"Ese no es un liderazgo responsable. Eso es peligroso para la democracia, es peligroso para los canadienses", afirmó.