El presidente de Rusia, Vladimir Putin, intentaría fracturar a Ucrania en dos y estaría preparando una sangrienta guerra de guerrillas con la que emular la división de posguerra entre Corea del Norte y Corea del Sur, sostuvo el jefe de inteligencia militar del país invadido, el general Kyrylo Budanov.

Agregó que creía que Putin había reconsiderado su plan de ocupación total desde que no logró tomar rápidamente la capital de Ucrania, Kiev, y derrocar al gobierno de Volodimir Zelenski.

La predicción fue lanzada cuando Leonid Pasechnik, líder de la autoproclamada República Popular de Lugansk en el este de Ucrania señalaba: “Creo que en un futuro cercano se llevará a cabo un referéndum en el territorio de la república, durante el cual la gente expresará su opinión sobre unirse a la Federación Rusa”.

Sobre la nueva estrategia del Kremlin, el jefe de inteligencia fue taxativo al asegurar que “es un intento de crear Corea del Norte y Corea del Sur en Ucrania”.

Funcionarios en Kiev afirmaron que se esperaba que las tropas que atacaran la capital y la asediada ciudad de Kharkiv se trasladarían hacia el este en dos semanas.

El alcalde de Chernihiv, por su parte, aseguró que la ciudad del norte de Ucrania ahora está completamente rodeada por las fuerzas rusas.

Y, del otro lado, Ucrania disfrutó de su éxito de contraofensiva más significativo hasta el momento en que recuperó la ciudad de Trostyanets, desbloqueando una carretera de reabastecimiento desde la capital regional sitiada, Sumy, hasta Poltava.

Los gobiernos occidentales están decididos a evitar que Putin normalice una división en Ucrania, como lo estuvo Corea, a lo largo del paralelo 38 norte desde 1945 hasta 1950, y desde 1953, a lo largo de la línea de demarcación militar.

Poco antes del comienzo de la guerra en Ucrania, el presidente de Rusia había reconocido a las dos autoproclamadas repúblicas orientales de Lugansk y Donetsk por las que Kiev estuvo en conflicto con las fuerzas prorrusas desde 2014.

Putin lanzó su llamada “operación militar especial” el 24 de febrero, alegando que estaba actuando en defensa de la población de habla rusa en la región oriental de Donbas.

Al margen, la próxima ronda de negociaciones cara a cara entre Ucrania y Rusia tendrá lugar a partir del lunes en Turquía.

Exasperaron al Kremlin los comentarios de Joe Biden en Polonia, el sábado, en torno del liderazgo de Putin, sobre los que los funcionarios de Casa Blanca intentaron dar marcha atrás, y le replicaron que “no depende del presidente de EEUU ni de los estadounidenses decidir quién permanecerá en el poder en Rusia”.

El mandatario francés, Emmanuel Macron, también se despegó del discurso de Biden, en el que pidió la destitución de Putin.

Se intentó allanar el terreno en la previa de la ronda de negociaciones que se inician en Turquía desde el lunes.

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Zelenski dijo a un grupo de periodistas rusos que Ucrania estaba preparada para discutir la adopción de un estatus neutral como parte de un acuerdo de paz con Rusia, pero tendría que ser garantizado por terceros y sometido a referéndum.

La declaración publicada por medios rusos trajo cola en el Kremlin, que los amonestó por difundir las que consideró operaciones de prensa del presidente enemigo.

Hasta el presente, al menos 1.119 civiles murieron y 1.790 resultaron heridos en la guerra, con 15 niñas y 32 niños, así como 52 niños cuyo sexo aún se desconoce, entre los muertos, según la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, que reconoció que es probable que las cifras reales sean considerablemente más altas.