La crisis sanitaria que vive Estados Unidos, epicentro de la pandemia de Covid-19, arroja cifras inquietantes: supera el millón de contagios confirmados, registra más de 60.000 muertes y alrededor de 30 millones de personas se quedaron sin trabajo.

En este contexto, los bancos de alimentos del país redoblan esfuerzos para llegar al mayor número de personas, con el desafío adicional de hacerlo manteniendo la distancia, según un informe de la BBC Mundo.

Ciudades como Chicago, Pittsburgh, San Antonio o Miami, entre otras, empiezan a acostumbrarse a ver larguísimas colas de autos cuyos conductores esperan su turno para recibir cajas de productos básicos.

La distribución de alimentos funciona al estilo de una cadena de montaje: los voluntarios se colocan en puntos estratégicos para hacer que la entrega sea lo más rápida y fluida posible.

A los conductores se les recuerda que deben mantener las ventanillas subidas para evitar todo contacto y se les pide que no se detengan.

"Los productos que entregamos dependen de la disponibilidad de cada día", le dijo a BBC Mundo David Richardson, comisionado del Ayuntamiento de la Ciudad de Miami Beach.

"Hoy tenemos jugo de naranja, pavo congelado, pepinos, fruta enlatada, frijoles, huevos, uvas pasas, carne de hamburguesa, yogures ¡y flores!", detalló.

Antes de la pandemia, una de cada siete personas en Estados Unidos buscaba asistencia en los bancos de alimentos, según cifras de Feeding America, red nacional que abarca cientos de organizaciones que combaten el hambre.

En tanto, en las últimas semanas, la demanda se duplicó o incluso triplicó en algunos lugares.