El ministro de Turismo y vocero del Gobierno de Guinea-Bissau, Fernando Vaz, confirmó la muerte de 11 personas durante el fallido intento de golpe ocurrido el martes en el país.

Durante una conferencia de prensa, Vaz dijo que la lista de fallecidos incluye a civiles, guardias de seguridad y soldados y describió el intento golpista como "violento y bárbaro".

Vaz destacó el papel de las fuerzas de seguridad en el "bien planeado golpe de Estado que buscaba asesinar al presidente de la república Umaro Sissoco Embalo" y añadió que "el Gobierno aplaude el valor y determinación de las fuerzas de defensa y seguridad que evitaron la subversión del orden constitucional".

El vocero acusó a los participantes en este acto de buscar "el caos en el país", denunció el financiamiento externo y prometió una investigación a fondo para presentar ante la justicia a los "autores materiales y morales" de este acto.

El vocero reiteró el compromiso de las autoridades de defender "la democracia y el Estado de derecho".

El Jefe de ONU pide moderación

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió moderación en Guinea-Bissau luego de un intento de golpe en ese país africano, dijo su portavoz adjunto, Farhan Haq.

"El secretario general está siguiendo de cerca los acontecimientos en Guinea-Bissau y alienta a todas las partes, principalmente a las fuerzas de defensa y seguridad, a ejercer la moderación y a tomar todas las medidas necesarias para evitar cualquier acción que pueda socavar la paz y la estabilidad en Guinea-Bissau", dijo el portavoz adjunto.

Guterres reiteró la necesidad de que todos los actores respeten las instituciones democráticas del país e hizo un llamado a las autoridades para que se aseguren de que las investigaciones sobre el intento golpista del martes se realicen cumpliendo plenamente con los estándares de derechos humanos, dijo Haq.

El presidente de Guinea-Bissau, Umaro Sissoco Embalo, anunció el martes que el golpe fue frustrado y que varios civiles y soldados habían sido detenidos.