El gobierno de Cuba garantizó la distribución de alimentos
Lo hizo después de que se registraran protestas en Santiago; según el Gobierno, el segundo trimestre mejorará la situación
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, informó que su Gobierno garantizó la distribución de alimentos subsidiados a la población en los próximos meses.
Avanzó de esta manera para relajar la tensión dos semanas después de unas protestas en la isla por la escasez generalizada.
Díaz-Canel, quien apareció en un noticiero televisivo, aseguró que su Gobierno había emprendido un "enorme esfuerzo" para garantizar la distribución de alimentos para los 11 millones de habitantes de la isla.
“Abril y mayo van a ser meses con mejores perspectivas. El Gobierno cubano seguirá comprometido por garantizar al pueblo sus niveles de alimentos esenciales”, anunció el
mandatario.
Desde la revolución de Fidel Castro en 1959, Cuba proporcionó una ración mensual de productos básicos como arroz, frijoles, azúcar, aceite y café.
Pero las entregas se recortaron debido a la crisis económica, que provocó escasez, recordó este viernes la agencia de noticias Reuters.
Las carencias, unida a extensos apagones dentro de la franja horaria 10 - 18, llevó a que varios cientos de cubanos salieran las calles el pasado 17 de marzo en la ciudad de Santiago, así como en los alrededores de Bayamo y Matanzas abogando por "corriente y comida".
El Gobierno intentó en las últimas semanas de contrarrestar la tensión y eliminó en parte los molestos apagones que afectaron a gran parte de la población durante meses.
"Podemos confirmar sin ninguna duda que estamos con la disponibilidad de productos fundamentales como el caso del arroz hasta el mes de junio", apuntó el viceministro de Comercio Exterior Oscar Pérez en la televisión.
Cuba destina unos 230 millones de dólares mensuales al programa de alimentos básicos, según la televisión estatal.
La Habana atraviesa una crisis económica casi sin precedentes, resultado de las fuertes sanciones de los Estados Unidos, las consecuencias de la pandemia de coronavirus y un turismo que no cumple aún las expectativas de viajeros ni en ingresos.