En su enfrentamiento con Walt Disney Co, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, adoptó con frecuencia la pose de un arrogante pistolero del Lejano Oeste, según la prensa internacional.

“Hay un nuevo sheriff en la ciudad”, se jacta DeSantis ante audiencias conservadoras en todo el país mientras se prepara para lanzar su candidatura presidencial de 2024.

Así consigue aplausos de las multitudes amistosas pero a medida que aumenta su enfrentamiento con Disney , también lo hace el riesgo político para su naciente campaña.

La noticia del miércoles de que Disney había presentado una demanda federal contra DeSantis le trajo una nueva ronda de críticas, particularmente de otros republicanos que sostienen que su enfoque está en desacuerdo con las políticas pro-empresariales que el partido suele favorecer.

Los críticos y sus argumentos

La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien también busca la nominación republicana para 2024 , aguijoneó a DeSantis y le dijo a Disney en un tuit: “Mi estado natal aceptará con gusto sus más de 70,000 empleos si quiere irse de Florida”.

La demanda fue el último avance en una batalla desatada el año pasado por las críticas de Disney a una ley de Florida que prohibía la discusión en el aula sobre orientación sexual e identidad de género para jóvenes estudiantes, denominada por los opositores como el proyecto de ley "no digas gay". Eso condujo al intento del Estado de despojar al parque temático de sus poderes de gobierno independientes.

La denuncia acusa a DeSantis de usar ilegalmente al gobierno estatal para castigar a una empresa por ejercer sus derechos de libertad de expresión.

Un portavoz de DeSantis, Jeremy Redfern, comentó que la demanda de Disney "es otro ejemplo desafortunado de su esperanza de socavar la voluntad de los votantes de Florida y operar fuera de los límites de la ley".

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Especulaciones

Se espera que DeSantis, quien estuvo en Corea del Sur el miércoles como parte de una misión comercial internacional de una semana, anuncie su candidatura presidencial el próximo mes.

Y si bien su postura de línea dura contra Disney despertó a parte de la base conservadora, también generó nuevas preguntas sobre si puede reunir suficiente apoyo generalizado en todo el partido para derrotar al expresidente Donald Trump en las primarias republicanas de 2024.

Trump capitalizó el drama de Disney, declarando recientemente en las redes sociales que la compañía estaba superando a DeSantis y sugiriendo que la compañía podría terminar dañando la economía de Florida al reducir su huella allí.

Si bien DeSantis trató de presentarse a sí mismo como un administrador confiable y favorable al crecimiento de la economía de Florida, su postura sobre Disney deó perplejos a algunos donantes republicanos adinerados. 

El año pasado, el multimillonario Ken Griffin de Citadel Securities comentó que las acciones de DeSantis equivalían a "represalias contra las empresas estadounidenses".

“La guerra con Disney tuvo sentido durante un tiempo en el contexto de las aspiraciones presidenciales del gobernador DeSantis. Ahora parece mezquino y personal”, comentó Carlos Curbelo, exrepresentante republicano de los Estados Unidos en Miami. 

Extracto de un artículo de James Oliphant y Alexandra Ulmer, de la agencia Reuters