El Frente Sandinista lograría mayoría en la Asamblea Nacional de una Nicaragua bajo la lupa internacional
Así lo sugieren los resultados preliminares de las elecciones celebradas el último domingo. La OEA volverá a analizar la situación del país.
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lograría dominar con una amplia mayoría la próxima Asamblea Nacional de Nicaragua, según los resultados preliminares revelados por el Consejo Supremo Electoral (CSE).
Con el 93,6 por ciento de las actas de votación escrutadas, el FSLN ganaría 75 de los 92 escaños que conforman el Parlamento nicaragüense para el periodo 2022-2027. La presidenta del CSE, Brenda Rocha, informó que con las juntas escrutadas hasta el momento en la elección legislativa, se alcanzó una participación del 65,23 por ciento del padrón electoral.
Según este resultado preliminar, el Frente Sandinista se habría dejado 15 de los 20 escaños legislativos en la elección de diputados nacionales, mientras que el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) se dejaría dos puestos, el Partido Liberal Independiente (PLI) uno, Alianza por la República (APRE) uno y Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) uno.
En la elección departamental el FSLN suma 60 diputaciones, el PLC seis, el partido Camino Cristiano Nicaragüense (CCN) uno, ALN obtuvo uno y partido regional Yatama uno. Además el PLC se deja la plaza constitucional correspondiente al segundo lugar de la elección presidencial, que en este caso recae en el candidato Walter Espinoza. El partido de Espinoza será la principal fuerza de oposición con nueve plazas en total.
El otro escaño que dispone la Constitución nicaragüense es el que corresponde al presidente saliente del país, pero al reelegirse el mandatario Daniel Ortega en este proceso, el puesto seguirá vacío. El resultado provisional hace prever que el FSLN tendrá para el próximo periodo de gobierno cinco diputados más, lo que le garantiza el control de la Asamblea Nacional. En la elección presidencial, los resultados provisionales favorecen al Daniel Ortega, con el 75,92 por ciento de los votos en la elección del 7 de noviembre, informó la agencia Xinhua.
Cuestionamientos
Pero la comunidad internacional califica de falsas estas elecciones a las que considera sin oposición porque fueron detenidos al menos seis precandidatos, indica el sitio France24.com, que agrega: "El mandatario inició una campaña de persecución contra los aspirantes sustentada en una ley de `antiterrorismo` que aprobó en 2020.
La prensa local destaca este lunes el fuerte inconformismo y desconfianza de los nicaragüenses hacia el proceso electoral; una situación a la que atribuyen, y se hace tangible, tras la alta abstención de votantes. Entre el 79 % y 84 % de las personas aptas para votar no participaron en los comicios, informó el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas.
Todas estas condiciones hicieron que los comicios fueran calificados por el Gobierno de los Estados Unidos como una “farsa” y una “pantomima”, al igual que la vecina Costa Rica; donde hay un gran número de voces disidentes en el exilio por falta de garantías en suelo nicaragüense.
Joe Biden: "Unas elecciones ni libres, ni justas"
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, criticó al líder nicaragüense y el proceso comicial a través de un comunicado emitido antes de que se anunciaran los resultados oficiales. En la comunicación Biden afirma que Ortega y Murillo "no son diferentes de la familia Somoza". Además, los acusó de orquestar unas "elecciones de pantomima que no fueron ni libres ni justas, y ciertamente no democráticas".
Costa Rica, su vecino del sur y país que ha recibido miles de inmigrantes que por años han huido del régimen nicaragüense, rechazó los comicios incluso antes de que se anunciaran los resultados preliminares. Cinco candidatos se presentaron a las elecciones, pero fueron señalados dentro y fuera del país de participar en una “farsa” en la que el ganador fue conocido de forma anticipada. Algunos, incluso, los acusaron de ser cercanos al régimen.
Sus candidaturas fueron vistas por la oposición como un intento por legitimar los comicios, luego de que el jefe de Estado, liderara una represión acérrima contra todo aquel que amenazara sus intenciones reeleccionistas.
Como resultado, siete precandidatos con las mayores opciones para competir permanecen detenidos bajo cargos como “traición a la patria”. Entre ellos se destaca Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, y la aspirante que tenía mayor probabilidad de derrotar al gobernante. También han sido arrestadas otras decenas de figuras de la oposición política, líderes empresariales, periodistas y hasta algunos de antiguos aliados del mandatario sandinista, sigue el sitio del canal francés.
La posición argentina
El gobierno argentino se abstuvo en una votación desarrollada en la Organización de los Estados Americanos (OEA) que exigió “la liberación inmediata” de presos políticos opositores a la administración de Daniel Ortega en Nicaragua.
El organismo internacional votó -el pasado 20 de octubre- por mayoría, con 26 votos, una resolución en la que se manifestó la “grave preocupación” por lo ocurrido en Nicaragua. Esa resolución no fue acompañada por la Argentina, que mantiene la línea de los últimos tiempos en cuanto a Nicaragua. El Gobierno del presidente Alberto Fernández fue una de las siete abstenciones que no se expresaron sobre la situación del gobierno de Ortega.
La OEA
Justo esta semana, entre este miércoles 10 y el viernes 12 de noviembre se llevará a cabo en el 51 Período de Sesiones de la Asamblea General de la OEA un debate sobre la situación nicaragüense. Se trata de la segunda resolución de estas características que la OEA aprueba para reclamarle a Nicaragua que libere a candidatos presidenciales y presos políticos.
El primero había tenido lugar en junio pasado, cuando el organismo internacional resolvió “reiterar su llamado para la liberación inmediata de los candidatos presidenciales y de los presos políticos”. En esa oportunidad, la Argentina también había optado por la abstención, junto con Bolivia y México. En junio se había manifestado por primera vez la “grave preocupación” de la OEA por la situación política en Nicaragua.