El embajador de Azerbaiyán se refirió al conflicto en la región de Nagorno Karabaj y trazó un parangón con la Argentina

El embajador de Azerbaiyán en la Argentina, Ramzi Teymurov, justificó la decisión de su país de lanzar una "operación especial anti-terrorista" en la región de Nagorno Karabaj, en busca de restaurar allí el orden institucional, y trazó una comparación con lo que ocurre con comunidades armenias que residen en otras naciones del mundo, incluyendo a la Argentina.

Teymurov sostuvo que Armenia debe "abstenerse de la idea de crear un estado paralelo dentro de Azerbaiyán" y planteó: "En Armenia residen 3,5 millones de personas y otras 7 millones de personas integran comunidades armenias alrededor del mundo. Es como si la comunidad armenia en la Argentina pretendiera establecer dentro del propio territorio argentino un estado propio, independiente".

En diálogo con periodistas en la sede diplomática de Azerbaiyán en Buenos Aires, en el barrio porteño de Belgrano, incluyendo a un cronista de Noticias Argentinas, el embajador advirtió que su país está dispuesto a terminar con el régimen separatista en la región de Nagorno Karabaj, después de atribuirle la muerte de dos civiles y siete policías que en las últimas horas fueron alcanzados, según dijo, por la explosión de minas terrestres en una carretera en el distrito de Khojavend.

Teymurov sostuvo que el gobierno de Azerbaiyán lanzó una "operación militar anti-terrorista" con el objetivo de expulsar de la región a lo que denomina formaciones militares armenias y a los dirigentes separatistas: "Ellos tienen que rendirse y aceptar la soberanía de Azerbaiyán sobre ese territorio y nuestra Constitución nacional", remarcó.

Además, pidió a Armenia que disuelva la autoridad local que se autoproclama independiente, en sintonía con una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán. Teymurov estimó que en la actualidad unas 10.000 personas entre militares armenios y dirigentes separatistas ocupan esa región e indicó que cuentan con unos 200 tanques de guerra y alrededor de un centenar de instalaciones de artillería.

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"Todo ese armamento debe ser retirado del territorio o bien pasar a ser de Azerbaiyán. Ellos deben asumir la derrota y retirarse por completo", insistió. Asimismo, consideró que "si bien Armenia asegura que no apoya a los separatistas, todos saben que el gobierno armenio los respalda".

"Nuestro objetivo es proporcionar soberanía e integridad territorial en esa región de nuestro país", añadió y si bien valoró que el gobierno de Armenia anunciara su decisión de no intervenir en el asunto, le reclamó acciones concretas que favorezcan a una "solución pacífica" del conflicto, es decir: "El retiro tropas y el fin de la Junta Militar separatista". "El derecho internacional nos ampara", aseguró.

Subrayó que Azerbaiyán está decidido a "terminar con la permanencia ilegal de tropas militares" armenias en su territorio, al tiempo que advirtió que si Armenia interviene en el conflicto "las consecuencias serán mucho más grandes".

En este sentido, aclaró que "nada tiene que ver la población civil" de origen armenio que reside en la región del conflicto. Se trata de una comunidad de unas 60.000 personas, según Azerbaiyán. "A la población civil les estamos pidiendo que se alejen de las posiciones separatistas, que permanezcan en sus casas y que no utilicen uniformes militares. Estamos usando vehículos con parlantes y repartiendo panfletos escritos en armenio para informar a los pobladores sobre esta situación", dijo, e insistió en que los derechos de los civiles serán preservados.

Finalmente, dijo que será responsabilidad de los separatistas e incluso del gobierno armenio cualquier herido o fallecido que se pueda registrar entre la población civil de la región, al tiempo que instó a Armenia a avanzar en la firma del acuerdo de paz entre ambos países: "Hace tres años que se lo estamos pidiendo", manifestó el embajador.