La escalada militar de los últimos días entre Azerbaiyán y Armenia hace temer una guerra de dimensiones impredecibles, lo cual llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a pedir hoy "un cese inmediato de los combates" en la región separatista de Nagorno Karabaj, mientras la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) intenta reactivar su misión de observación en esa zona.

Después de tres días de combates, los 15 miembros del máximo órgano de decisión de la ONU aprobaron una declaración en "apoyo al llamado lanzado por el secretario general a ambos bandos para cesar inmediatamente los combates, rebajar las tensiones y retomar cuanto antes negociaciones constructivas",

Los Estados "condenan firmemente el recurso a la fuerza y lamentan la pérdida de vidas humanas entre la población civil", según el texto acordado tras la reunión de urgencia impulsada por los países europeos en el consejo: Bélgica, Estonia, Alemania, Francia y Reino Unido.

De esta manera, el Consejo de Seguridad mostró su "preocupación por las "acciones militares a gran escala" en Nagorno Karabaj, pero no tomó ninguna medida concreta con respecto al conflicto a las partes involucradas: Armenia, y su aliada la República de Artsaj (no reconocida internacionalmente), y Azerbaiyán y su socio más cercano, Turquía.

El consejo solo instó a las partes a colaborar con el llamado Grupo de Minsk -compuesto por Estados Unidos, Rusia y Francia- de la OSCE para retomar de forma "urgente" un "diálogo sin condiciones previas".

En paralelo, el emisario especial de la presidencia albanesa de la OSCE para el conflicto, Andrzej Kasprzyk, informaba ante el Consejo Permanente de ese organismo que su equipo de observadores está listo para volver al lugar en cuanto la situación lo permita

La misión de los observadores, ubicados en la línea de contacto entre las partes enfrentadas, fue suspendida por los recientes enfrentamientos, que dejaron numerosas bajas.

En el debate del consejo de la OCSE, al que asistieron delegados de los 57 países asociados a la organización de seguridad regional, el grupo de mediación (liderado por Francia, Rusia y Estados Unidos), volvió a pedir a ambas partes el cese de las hostilidades y la reanudación de las negociaciones para encontrar una resolución sostenible del conflicto.

En tanto, en el enclave, los combates y las acusaciones cruzadas entre Azerbaiyán y Armenia continuaron por tercer día consecutivo.

Armenia dijo hoy que uno de sus aviones de combate fue derribado por otro de Turquía, principal aliado de Azerbaiyán, y que su piloto murió, algo que fue desmentido por las autoridades de Ankara.

El Gobierno turco negó las acusaciones de Armenia de haber derribado el avión militar, en medio de cada vez más fuertes pedidos internacionales de un alto el fuego luego de que el súbito recrudecimiento de ese conflicto de décadas en Nagorno Karabaj desatara temores a una guerra total entre Azerbaiyán y Armenia que podría arrastra también a Turquía.

La acusación "es absolutamente falsa", señaló el director de comunicación de la presidencia turca, Fahrettin Altun. También un funcionario de Azerbaiyán dijo que era "otra fantasía de la maquinaria de propaganda armenia".

El Ministerio de Defensa de Nagorno Karabaj dijo que 84 soldados murieron hasta ahora desde el domingo.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijo que diez civiles murieron del lado azerbaiyano, pero no detalló las bajas militares del país.