Más de siete años después del secuestro y asesinato de los periodistas franceses en Mali, Ghislaine Dupont y Claude Verlon, su agresor ha muerto en un ataque del Ejército de Francia.

La ministra de Defensa, Florence Parly, informó en una rueda de prensa que Baye Ag Bakabo, líder de la organización yihadista Al-Qaeda en el Magreb islámico, y principal responsable del doble crimen contra los reporteros franceses, murió en un operativo de los militares a unos 10 kilómetros de Aguelhok, en el norte de Mali.

En el operativo, además de Bakabo, fallecieron otros tres terroristas, que según información oficial iban a atacar un enclave gestionado por el batallón chadiano de la misión de Naciones Unidas (Minusma).

"Su neutralización pone fin a una larga espera", dijo la ministra, tras enviar sus "pensamientos a las familias y parientes" de las víctimas.

Parly Felicitó el "profesionalismo" de los militares que ejecutaron la misión "delicada y compleja", y destacó que este operativo refleja la prioridad de Francia en el Sahel, que consiste en combatir el terrorismo.

Su anuncio se produjo justo un día después de que el presidente Emmanuel Macron adelantara que la fuerza Barkhane va a experimentar una "transformación profunda", por la que dejará de ser una operación exterior para convertirse en una de apoyo y cooperación a los Ejércitos de la zona que lo deseen.

"Aunque el dispositivo cambia, el objetivo permanece: Francia sigue comprometida contra el terrorismo internacional, junto a los países del Sahel, y por la seguridad de Europa y de los franceses", dijo la ministra de Defensa este viernes.

El 2 de noviembre de 2013, los dos periodistas de Radio France Internationale (RFI), Ghislaine Dupont y Claude Verlon, fueron secuestrados mientras realizaban un reportaje y después fueron asesinados en cautiverio, en el norte de Mali.

El 6 de noviembre de ese año, la organización yihadista Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se atribuyó la responsabilidad en el doble asesinato. Y la responsabilidad directa de Baye Ag Bakabo, líder de la organización yihadista, fue esclarecida por las autoridades francesas tras detectar el uso de su vehículo personal, así como por varias llamadas que realizó a funcionarios de Al-Qaeda en la zona.

Los hechos se produjeron cerca de Kidal, pocos meses después de la operación francesa Serval que pretendía evitar que una columna armada de yihadistas se apoderara de Bamako.