La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este martes un aumento temporal del techo de la deuda que garantiza que el Gobierno federal pueda satisfacer sus obligaciones financieras hasta diciembre.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había advertido que el próximo lunes 18 de octubre se agotarían las medidas para evitar que el país caiga en un incumplimiento en el pago de sus deudas o default. Una vez aprobada la prórroga en la Cámara, la medida pasará a manos del presidente Joe Biden para que la firme.

“Es atroz que nuestra nación se encuentre en esta situación, pero debemos tomar medidas inmediatas para abordar el límite de la deuda y garantizar que se mantenga intacta la plena fe y confianza crediticia en Estados Unidos”, declaró el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, el demócrata Steny Hoyer.

No era necesario el apoyo de los republicanos para aprobar esta medida ya que los demócratas tienen mayoría en la Cámara baja. Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había pedido a los republicanos que votaran a favor de la suspensión del techo de endeudamiento, para mostrar que ambos partidos cerraban filas frente a lo que podría convertirse en una crisis económica sin precedentes. El resultado final de la votación fue de 219 a 206, lo que reflejó que cada partido votó siguiendo sus líneas políticas, obviando la búsqueda de consenso.

El proyecto de ley, que fue aprobado la semana pasada por el Senado, eleva el techo de endeudamiento por un valor de 480.000 millones de dólares, cifra que permitirá que Estados Unidos pague sus deudas hasta el próximo 3 de diciembre.

Pelosi advirtió este martes de que si a largo plazo el tope de deuda no es aumentado de forma importante, el impacto económico será “enorme” y el país podría perder “seis millones de empleos”.

“La suspensión de pagos provocaría una onda expansiva a través de los mercados financieros mundiales”, añadió.

Los republicanos rechazan aprobar medidas de largo plazo para subir el máximo de endeudamiento, porque consideran que sería un cheque en blanco para que Biden financie sus faraónicos planes de inversiones en infraestructura y reformas sociales. 

Además, la oposición insiste en que los demócratas deben actuar solos para abordar el límite de la deuda mediante un proceso conocido como reconciliación presupuestaria. En este punto, los demócratas apelan a la responsabilidad bipartidista.

Hasta ahora descartaron en gran medida la posibilidad de utilizar la reconciliación. Argumentan que el proceso es demasiado largo y difícil de manejar y que el riesgo de error de cálculo sería demasiado alto.