Enrique Tarrio, un ex líder del grupo ultraderechista Proud Boys fue condenado a 22 años de prisión este martes por su papel en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 por parte de partidarios del ex presidente Donald Trump, quienes trataban de anular su derrota electoral.

Tarrio, hijo de emigrantes cubanos, fue condenado por varios delitos, entre ellos conspiración sediciosa, en relación con su papel en la planificación del asalto al Capitolio, cuando miles de seguidores del entonces presidente republicano trataron violentamente de impedir que el Congreso certificara los resultados de unas elecciones en las que Trump alegó que hubo fraude generalizado.

Los fiscales federales pidieron al juez de distrito Timothy Kelly que imponga una pena de 33 años de prisión a Tarrio, quien no estuvo presente en el Capitolio el día de los actos violentos porque otro juez le había ordenado que se mantuviera fuera de Washington.

Sin embargo, los fiscales afirmaron que ayudó a dirigir el ataque desde Baltimore.

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Los abogados de Tarrio habían solicitado una sentencia sustancialmente más corta. La semana pasada, Kelly condenó a otro dirigente de extrema derecha de los Proud Boys, Ethan Nordean, a 18 años, menos de los 27 años que pedían los fiscales. Esa pena de prisión es la más larga impuesta hasta ahora a un dirigente condenado por el atentado, ya que el fundador de la milicia Oath Keepers, Stewart Rhodes, también fue condenado en mayo a 18 años.

Más de 1.100 personas fueron detenidas por cargos relacionados con el asalto al Capitolio, y de ellas al menos 630 se declararon culpables y al menos 110 fueron condenadas en juicio.

Cinco personas, entre ellas un agente de policía, murieron durante los disturbios o poco después, y más de 140 agentes resultaron heridos. El Capitolio sufrió daños por valor de millones de dólares.