Ecuador y Perú son dos de los países de América del Sur más castigados por la pandemia pero tienen como punto en común que han comenzado a relajar la cuarentena.

Perú es el sexto país con más casos de coronavirus en el mundo por encima de naciones como España, Italia, Chile e Irán.

Es, también, el segundo de América Latina con más contagios de Covid-19 después de Brasil y el tercero de la región en decesos.

Pero inició el 1 de julio de 2020 un desconfinamiento gradual para reactivar su semiparalizada economía y las calles de Lima volvieron a llenarse de vehículos y personas, después de tres meses y medio de cuarentena nacional obligatoria por la pandemia.

Ecuador sumaba 58.257 casos confirmados y 4.576 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

Pero ahora se se reabren cines y teatros con aforo máximo del 30% en zonas que se encuentren con el semáforo epidemiológico en amarillo, a excepción de Quito.

Perú reportó el primer día de julio que existen 100.372 casos activos en el país y acumula un total de 9.860 fallecidos por la pandemia.

Aún así, cumplió la primera jornada de la "nueva normalidad" propuesta por el Gobierno de Martín Vizcarra tras el fin de más de tres meses de cuarentena nacional para enfrentar el brote, subraya un informe de France 24.

El presidente Martín Vizcarra aseguró que Perú ha comenzado "un nuevo sistema de cuarentena", que ahora se aplica de manera "focalizada", al mantenerse totalmente en 7 de las 25 regiones del país. En las demás zonas, las medidas restrictivas se mantienen solo para niños hasta 14 años, mayores de 65 y personas con enfermedades preexistentes.

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En 18 de los 25 departamentos peruanos, entre ellos la capital Lima, comenzó el desconfinamiento mientras que en los siete restantes continúa la cuarentena hasta el 31 de julio, debido a que la incidencia de casos de coronavirus se mantiene alta.

En Ecuador, el transporte urbano e intraprovincial circula con 50% de su capacidad.

En Quito, los contagios siguen en aumento y los hospitales se encuentran saturados.

Allí, los centros comerciales y restaurantes retomaron su actividad al 50% de su capacidad, con excepción de Quito.