Dos periodistas españoles fueron asesinados en África mientras grababan un documental sobre la caza furtiva
Los cuerpos de David Beriain y Roberto Fraile fueron hallados finalmente en un área peligrosa de Burkina Faso, después de haber sido secuestrados el día anterior por un grupo armado.
Confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores español que los periodistas de esa nacionalidad, David Beriain y Roberto Fraile, que habían sido secuestrados el lunes por un comando no identificado en la zona de Pama, capital de la provincia de Kompienga, en la frontera entre Burkina Faso y Benin, Africa Occidental, aparecieron al día siguiente muertos junto a un ciudadano burkinés y otro irlandés que viajaban con ellos.
Se desplazaba grabando un documental cuando fueron sorprendidos por grupos armados en el medio de un parque natural que suele ser campo de operaciones de terroristas, cazadores furtivos y bandidos, según informó la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en rueda de prensa.
Tras haberse perdido el contacto con la patrulla hacia las 15.30 del lunes, el martes fueron encontrados los cuerpos de ambos periodistas, si bien las autoridades locales no brindaron información clara como para oficializar la "triste noticia", como la calificó la funcionaria española.
Las sospechas respecto de la autoría del secuestro y posterior asesinato recaen sobre miembros del Estado Islámico del Gran Sáhara, la franquicia del Estado Islámico (Daesh, Isis), que además se suele mover con motos de origen chino por las zonas en las que opera. según publicó el diario La Razón.
Se vale para esta deducción del antecedente de agosto del año pasado en Níger, donde seis franceses de la ONG Acted y dos guías nativos fueron salvajemente asesinados por una célula del EIGS cuando se dirigían a visitar al parque nacional de Koure, famoso por su reserva de jirafas.
La franja de inseguridad comienza en Sahel, al norte de la frontera con Mali y Níger pero ya abarca las provincias limítrofes y desde hace tres años se ha ido corriendo hacia el este.
Pero el punto neurálgico de la violencia se localiza precisamente Burkina Faso, a raíz de lo cual más de un millón de personas tuvieron que abandonar sus casas y emigrar.
La reacción del gobierno español ante la escalada de atentados contra periodistas ha sido acoplarse a Reporteros Sin Fronteras para lanzar en breve una aplicación de geolocalización para “smartphones”, llamada “chaleco digital”, a fin de que sea llevada por los que trabajan sobre el terreno, en zonas de riesgo.
Roberto Fraile fue camarógrafo, y durante más de 25 años se desempeñó para Radio Televisión de Castilla y León para la 8 de Salamanca. Pero trabajaba habitualmente como freelance en conflictos armados. Había nacido en Baracaldo, un municipio situado en Vizcaya (País Vasco).
En una cobertura realizada en Alepo (Siria) resultó herido por una explosión en 2012 y terminó siendo evacuado a Turquía.
El tema de la caza furtiva lo siguió en Brasil y Colombia, y junto con David Beriain se encontraron en Burkina para grabar un documental de investigación, en el marco de una expedición organizada por una ONG dedicada a la protección de la fauna y del medioambiente
Beriain había nacido en Artajona (Navarra), en 1977. Se especializó en conflictos armados y en el llamado periodismo de inmersión, que es cuando un periodista vive en primera persona una realidad.
En 2002 comenzó a cubrir conflictos en Afganistán, Sudán, Colombia o Pakistán. A los 25 años, cruzaba a escondidas las montañas del norte de Irak en el doble fondo de un camión para hacer el reportaje de la guerra en ese país. Y hasta ingresó con una cámara de vídeo en los campamentos de las FARC.
Para el programa REC Reporteros Cuatro, de España, realizó notas destacadas, como Baby sicarios en Colombia, a Los guardianes de Chávez, Irak, sin yanquis, Afganistán: Españoles en la ratonera y Congo, tierra violada.
Llegó hasta el seno de la lucha talibán, de los narcos mexicanos y de otros muchos rincones donde el velo de la información era un telón tupido y pesado.
La publicación 20minutos hizo un relevamiento de los periodistas muertos en zona de conflicto desde 1980 y con Beriain y Fraile llegan a 12.
La lista arranca con el sacerdote y reportero Luis Espinal en Bolivia, sigue 9 años después con Juan Antonio Rodríguez en Panamá, Jordi Pujol Puente en Sarajevo, Luis Valtuena en Ruanda, Miguel Gil Moreno en Sierra Leona, Julio Fuentes en la capital afgana, José Luis Percebal en Rebat (Marruecos), Julio Anguita Parrado en Bagdad, José Couso en Bagdad, Ricardo Ortega en Puerto Príncipe y los dos últimos en Burkina Faso.
En una entrevista reciente que había publicado el medio español, ante una pregunta de si merecía la vida jugarse la vida, Beriain respondió: "Absolutamente"