Documentos del Gobierno de los Estados Unidos recientemente desclasificados develaron que un detenido en un "centro clandestino" secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Afganistán fue utilizado como conejillo de indias para enseñar técnicas de tortura a los interrogadores en formación, según el periódico británico The Guardian.

El informe de 2008 del inspector general de la CIA afirma que los aprendices se turnaban para golpear la cabeza del detenido, un hombre kuwaití de 44 años llamado Ammar al-Baluchi, contra una pared de madera contrachapada, lo que le causó daño cerebral.

La técnica, llamada "walling" (amurallamiento), certificaría a los aprendices sobre su capacidad para torturar. El sometido estaba "desnudo durante estos procedimientos".

El documento reza también que los interrogadores, conocidos como Cobalt y Salt Pit respectivamente, utilizaron otras dos técnicas de tortura sin aprobación, como colocar un palo detrás de las rodillas del detenido para que se incline hacia atrás mientras se arrodilla, o rociarlo con agua helada.

El detenido, de origen kuwaití, fue acusado de participar en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y permanece bajo custodia estadounidense en la bahía de Guantánamo desde 2006.