Legisladores cubanos reeligieron el miércoles a Miguel Díaz-Canel como presidente para un segundo mandato hasta 2028, mientras el país enfrenta cambios sociales y una crisis económica casi sin precedentes desde la revolución de Fidel Castro en 1959.

Díaz-Canel, líder del Partido Comunista Cubano (PCC) y sucesor del ex mandatario Raúl Castro, recibió una votación aplastante de 97,66 por ciento entre los 460 legisladores reunidos en la Asamblea Nacional, todos miembros del Partido o simpatizantes de la organización.

"Hay que asumir este gigantesco desafío sin desalientos", dijo Díaz-Canel en un discurso al enumerar los desafíos que tendrá en lo inmediato, como producir alimentos, el incremento de los ingresos en divisas y el control de la inflación.

Entre los asistentes estaba Raúl Castro, de 91 años, hermano del fallecido Fidel, quien vestía uniforme militar verde oliva y estrechó la mano de Díaz-Canel al anunciar los resultados de las votaciones, una señal de apoyo al presidente de 62 años.

En tanto, Salvador Valdés fue ratificado como vicepresidente de la República, mientras que Manuel Marrero, de 59 años, fue designado como Primer Ministro entre vítores y aplausos.

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El gobierno entrante de Díaz-Canel se enfrentará a grandes desafíos en los venideros cinco años. La inflación se ha disparado, la llegada de turistas se ha
tambaleado desde la pandemia de coronavirus y los cubanos deben hacer largas filas para comprar combustible, medicamentos y alimentos, insatisfacciones que avivaron los disturbios de julio de 2021, las mayores protestas en décadas en la isla.

Además, cientos de miles de cubanos han decidido emigrar evitando la crisis económica de la nación.

"Todos estos problemas quedan sin resolver por lo que Díaz-Canel tiene un camino muy difícil por delante", dijo William LeoGrande, profesor de la Universidad Americana en Washington.

"Hay cierta falta de confianza en la capacidad del gobierno para resolver estos problemas que tiene que tratar de vencer para restaurar la fe de la gente", dijo a Reuters.