Desesperación en Gaza al intensificarse los combates pese a promesa de reducir escala bélica
El recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente se da justo con la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a la región.
Los ataques israelíes en el sur y el centro de Gaza se intensificaron el miércoles a pesar de la promesa de Israel de que retiraría algunas tropas y pasaría a una campaña más selectiva, y de las súplicas de su aliado Washington para que matara menos civiles.
Israel dijo esta semana que tiene previsto empezar a retirar tropas, al menos de la parte norte de Gaza, tras semanas de presiones de Estados Unidos para que reduzca sus operaciones y pase a lo que Washington considera una campaña más selectiva.
No obstante, los combates parecen tan intensos como siempre, sobre todo en las zonas sur y centro, donde las fuerzas israelíes lanzaron avances terrestres el mes pasado.
En Rafah, en el extremo sur del enclave, varias personas lloraban junto a los cadáveres de 15 miembros de la familia Nofal depositados en la morgue de un hospital el miércoles por la mañana, después de que su casa fuera arrasada por un ataque aéreo israelí durante la noche.
La mayoría de los sudarios blancos eran diminutos, con niños en su interior. Un hombre abrió parcialmente uno y acarició con la mano la cara de un pequeño. Los familiares contuvieron suavemente a otro hombre que se lamentaba junto a los cadáveres.
En el lugar del ataque, donde se abrió un enorme cráter en el suelo de un edificio, los vecinos trepaban por las ruinas, sembradas de colchones ensangrentados y juguetes rotos.
Um Ayman al-Najjar, cuya hija y sobrina resultaron muertas, se protegía del frío entre los escombros: "Nos despertamos rodeados de todos estos escombros sobre nuestras cabezas, golpe tras golpe. No sé cómo salimos, pasando por encima de las cosas, derramando sangre".
Israel ha matado a más de 23.000 palestinos en Gaza desde que lanzó su campaña contra Hamás después de que combatientes del grupo militante acabaran con la vida de 1.200 israelíes y capturaran a 240 rehenes en un ataque el 7 de octubre.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en su cuarto viaje a la región desde que comenzó la guerra, acudió el miércoles a Ramala y se reunió con dirigentes palestinos, entre ellos el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, en Cisjordania.
La AP, que ejerce un autogobierno limitado en Cisjordania y acepta el derecho de Israel a existir, perdió el control de Gaza en 2007 a manos de Hamás, que ha jurado la destrucción de Israel.
Blinken también se reunió con dirigentes israelíes y visitó estados árabes cercanos, en busca de un futuro acuerdo para la Franja de Gaza, arrasada por unos bombardeos israelíes que han creado una crisis humanitaria para sus 2,3 millones de habitantes.
Washington quiere que Israel conceda a la AP, con sede en Ramala, un papel futuro en el gobierno de Gaza; Israel, que dice querer el control de la seguridad de Gaza de forma indefinida, se muestra reacio. Blinken dijo el martes que Israel tiene que tomar "decisiones difíciles" y debe mantener vivas las esperanzas de un estado palestino independiente si quiere normalizar las relaciones con sus vecinos árabes.
"Israel debe ser un socio de los líderes palestinos que estén dispuestos a liderar a su pueblo viviendo codo con codo en paz con Israel y como vecinos", dijo el martes en Tel Aviv.
“Palabras escritas en mantequilla”
A pesar de que Israel ha afirmado públicamente desde Año Nuevo que está reduciendo la intensidad de la guerra, los habitantes de Gaza afirman que no han notado ninguna tregua. La mitad norte del enclave sigue prohibida y la mitad sur se ha convertido en una auténtica zona de guerra en las últimas semanas. Casi toda la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares al menos una vez, y muchos se han visto desplazados varias veces ante el avance de las fuerzas israelíes.
Um Ahmed, madre de cinco hijos de la Ciudad de Gaza que ahora se refugia en una tienda de campaña en Rafah, dijo que los gazatíes esperaban que la visita de Blinken significara que se les permitiría regresar a sus hogares.
"Son como las palabras escritas en mantequilla, que desaparecen pronto con la salida del sol. Esas fueron las palabras de Blinken, falsas", afirmó.
Los residentes de Bureij, Nusseirat y Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, informaron de intensos bombardeos durante la noche, y de que los tanques israelíes que lanzaron una ofensiva allí alrededor de Navidad se adentraron en Bureij y Maghazi.
En Nusseirat se estaba produciendo una nueva oleada de desplazamientos, un día después de que Israel lanzara nuevos panfletos de advertencia para que los residentes de varios distritos evacuaran sus hogares y se dirigieran al oeste, a Deir al-Balah.
Allí también se estaban produciendo bombardeos israelíes, y la Media Luna Roja Palestina hizo público un video en el que se veían ambulancias que llegaban a un hospital con muertos y heridos, incluidos niños.
Como muestra de la intensidad de los combates, Israel informó de la muerte de nueve de sus soldados en Gaza el martes, uno de los días más letales de la guerra para sus tropas.
Israel, que sigue profundamente conmocionado por la matanza perpetrada por Hamás el 7 de octubre, afirma que no dejará de luchar hasta que haya erradicado al grupo islamista y recuperado a los más de 100 rehenes que siguen retenidos en Gaza.
(Con información de Reuters)