El gobierno de Chile declaró el estado de catástrofe en La Araucanía, ante la imposibilidad de controlar los incendios forestales que afectan a la región centro-sur del país trasandino, que ya consumieron más de 45.000 hectáreas y además causó la muerte de 22 personas.

De esta forma, La Araucanía -ubicada en el centro del país- se suma a las regiones de Ñuble y Bío Bío, tambien encuadradas en la misma situación, mientras que hay por el momento poco más de 200 focos activos en esas zonas de Chile, aunque el calor y el viento complican la labor de los brigadistas.

En tanto, el presidente Gabriel Boric suspendió sus vacaciones ya que tiene la intención de inspeccionar personalmente las regiones afectadas. Asimismo, el mandatario señaló a través de la red social Twitter que "acabo de conversar con el presidente @alferdez para coordinar y agradecer el apoyo de Argentina en el combate contra incendios. Además de brigadistas recibiremos maquinarias. Estamos gestionando el apoyo de distintos países para enfrentar la emergencia. No los dejaremos solos".

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Los incendios provocaron la muerte de 22 personas, cifra que podría incrementarse en las próximas horas, y además hay una decena de desaparecidos.
De esa nómina de fallecidos, diez de ellos eran de Santa Juana -en Bío Bío- y cinco formaban parte de una misma familia, según confirmaron las autoridades.

Los distintos focos, favorecidos por las altas temperaturas, típicas de esta época, se iniciaron en áreas agrícolas y en bosques, pero poco a poco avanzaron hasta las zonas más pobladas.