Daniel Ortega llamó “dictadura perfecta” a la Iglesia católica
El presidente de Nicaragua lo aseguró al hablar por cadena nacional. Las relaciones entre su gobierno y la Iglesia católica se deterioraron desde las protestas de 2018.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consideró que la Iglesia católica es una “dictadura perfecta” por no permitir que la mayoría de los católicos elijan al Papa y al resto de sus autoridades.
"En la Iglesia católica “todo es impuesto, es una dictadura perfecta, es una tiranía perfecta (...) ¿Quién elije a los curas, quién elige obispos, quién elige al papa, a los cardenales, cuántos votos, quién se los da? Si van a ser democráticos que empiecen a elegir con el voto de los católicos al Papa, a los cardenales, a los obispos”, insistió durante una alocución en cadena nacional, con motivo del 43 aniversario de la policía nacional.
Ortega tildó a los obispos y sacerdotes de “asesinos” y “golpistas” por el apoyo que, según su gobierno, los templos dieron a las protestas opositoras en 2018.
Los manifestantes “salían de las iglesias, no de todas, armados para lanzar los ataques contra los cuarteles de policía (...) y algunos curas llamando a la gente (para) que me metieran plomo”, recordó.
Las relaciones entre el gobierno de Nicaragua y la Iglesia católica se deterioraron desde las protestas de 2018, que el mandatario vinculó a un supuesto fallido golpe de estado urdido por la oposición con el apoyo de Washington.
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La historia del conflicto
El conflicto se acentuó en agosto pasado con la detención, bajo arresto domiciliario, del obispo de Matagalpa Rolando Álvarez, un fuerte crítico del gobierno de Nicaragua, según apuntó el diario El Comercio del Perú. Entonces, también fueron detenidos al menos cuatro sacerdotes y dos seminaristas sin precisar los cargos que hay contra ellos.
La Policía Nacional de Nicaragua prohibió las procesiones religiosas y en marzo pasado, el Vaticano informó que el nuncio apostólico Waldemar Sommertag había sido expulsado del país.
Meses más tarde, en julio, el gobierno ilegalizó la asociación de Misiones de la Caridad, creada por la santa Madre Teresa de Calcuta, y sus monjas tuvieron que salir del país.
A mediados de este mes, el papa Francisco admitió que había un “diálogo” con Nicaragua en torno a la detención de varios de miembros de la Iglesia católica, pero se desconoce su avance.
La palabra papal
El papa Francisco pidió recientementa al gobierno de Nicaragua que permitiera el regreso a Nicaragua de las monjas expulsadas de la orden fundada por la Madre Teresa, diciendo que eran "revolucionarias del evangelio" inofensivas.
Las 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad fueron llevadas a la frontera con Costa Rica en julio como parte de la represión a la Iglesia Católica por parte del gobierno de Daniel Ortega, publicó un cable de la agencia Reuters en septiembre.
"Al menos esperaría que las hermanas de la Madre Teresa (pudieran) regresar. Estas mujeres son buenas revolucionarias, pero del evangelio. No le están haciendo la guerra a nadie. Al contrario, todos necesitamos de estas mujeres. Su expulsión fue inexplicable", expresó en aquel momento el Sumo Pontífice.