Cuba deja importar productos básicos para paliar el desabastecimiento, en un marco sanitario crítico
El aumento de casos y muertes por Covid-19 de los últimos días no hizo más que agravar la tensión social que se había disparado debido a la escasez de alimentos, artículos de limpieza y medicamentos.
Al promediar la semana, las autoridades del gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel terminaron por reconocer la legitimidad del reclamo popular y suspendieron de forma temporal las limitaciones y los aranceles que se impone a los cubanos para llevar a la isla productos de primera necesidad.
El primer ministro, Manuel Marrero, efectuó el anuncio, que entra en vigencia desde la semana próxima y se mantendrá al menos hasta el 31 de diciembre.
La legislación vigente en Cuba sobre la importación de equipaje consiste en un complejo sistema de puntos y límites de peso que establece aranceles a los excesos de artículos traídos por los viajeros.
En el caso de los medicamentos, se permite introducir en el país hasta 10 kilogramos.
De todos modos, el efecto de esta medida será limitado, al menos a corto plazo, ya que debido a la pandemia los vuelos internacionales que operan desde Cuba se limitan a unos pocos a la semana, parte de ellos en la ruta La Habana-Madrid, y las conexiones con países del entorno como Estados Unidos, México y Panamá se encuentran reducidas al mínimo.
España es uno de los países que mantiene el flujo aéreo con La Habana y de donde podrían enviarse los productos básicos.
En diversas localidades del país, estallaron las mayores expresiones de descontento en seis décadas. Parte de las manifestaciones contra el Gobierno se realizaron por el desabastecimiento de bienes esenciales, así como por otros problemas, como los cortes de luz o la falta de libertades.
Pero el contexto sanitario exacerbó los ánimos, ya que se registraron dos nuevos récord diarios absolutos consecutivos desde el inicio de la pandemia: el de casos de Covid-19, con 3,819, y el de fallecidos con 26, entre ellos un bebé de dos meses, según informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El máximo anterior de contagios reportados en un día se había producido la víspera con 3,664. El de muertes el lunes, con 21.
Las cifras actuales evidencian el complejo panorama epidemiológico en el país caribeño, que acumula 218,376 contagios y 1,431 fallecidos desde el comienzo de la pandemia en 2020.
La situación más difícil está en la provincia occidental de Matanzas que concentró este jueves la mayor cantidad de enfermos del día con 1,327, la primera vez que un territorio supera el millar de positivos al SARS-Cov-2.
En esa región, al borde del colapso sanitario y con una incidencia de más de 1,300 casos por cada 100,000 habitantes, se acumulan pacientes en los pasillos de los hospitales y faltan medicinas, situación que numerosos internautas han denunciado en las redes sociales.
Varias personas se organizaron de forma espontánea en Twitter y Facebook para recolectar dinero y enviar cubrebocas, gel desinfectante y otros insumos como parte de los esfuerzos para aliviar la situación sanitaria.
El Gobierno también destacó personal médico adicional a esa provincia, que alberga el balneario turístico de Varadero.
Respuestas en etapas
La reacción de las autoridades ante la adversidad sanitaria y económica consistió primeramente en atribuir las protestas que desataron a un intento de desestabilización proveniente de Estados Unidos, al que culpa por la situación debido al bloqueo comercial existente, y luego a reprimir las manifestaciones en distintas ciudades de la isla.
La actitud provocó cortocircuitos dentro del gobierno cubano. Inclusive, el viceministro del Interior, Jesús Manuel Burón Tabit, renunció al cargo luego de mostrar su desacuerdo por la decisión del Consejo de Seguridad de autorizar el uso excesivo de la fuerza policial para reprimir las manifestaciones del pasado 11 de julio.
“Hay lío en el seno del ejército y diferencias entre militares de la vieja guardia y generales jóvenes”, aseguran fuentes consultadas por el portal ABC Internacional.
Cuba vio agravarse su endémica crisis económica con la pandemia -que redujo el sector turístico al mínimo-, las sanciones económicas impuestas por EEUU durante la pasada administración de Donald Trump y medidas internas de choque, de cuestionada eficiencia, entre otros factores.
Lo cierto es que cada vez más se nota la escasez de alimentos, productos de aseo y medicinas en los últimos meses, porque al reducirse drásticamente el número de vuelos y por tanto la cantidad de artículos traídos desde el extranjero por particulares, su comercialización en el mercado negro cubano también se resintió.
La ahora suspendida legislación vigente en Cuba sobre la importación de equipaje consiste en un complejo sistema de puntos y límites de peso que establece aranceles a los excesos de artículos traídos por los viajeros. En el caso de los medicamentos, se permite introducir en el país hasta 10 kilogramos.
El faltante de productos básicos, unido a a los continuos cortes de luz, habían empujado a los vecinos de San Antonio de los Baños (30 km al este de La Habana) a salir a las calles para pedir el cambio, lo que espoleó protestas similares en decenas de localidades de toda Cuba, con numerosos enfrentamientos y detenciones.
Leer más El Gobierno cubano confirmó un muerto en nuevos disturbios a las afueras de La Habana