El Gobierno de Joe Biden anunció este jueves la expulsión de 10 diplomáticos rusos y nuevas sanciones contra la nación que preside Vladimir Putin por la supuesta injerencia en las elecciones presidenciales del año pasado y el hackeo de agencias federales, anuncia la prensa internacional.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunció que responderá proporcionalmente a las medidas que tensan aún más las relaciones entre ambas potencias. 

Asimismo, los Estados Unidos imponen restricciones a decenas de personas y empresas.

El propósito de la Administración Biden es castigar al Kremlin también por el acoso a Ucrania y otros actos "malignos".

Las sanciones también se dirigen a la capacidad de Moscú para obtener préstamos, prohibiendo a las instituciones financieras estadounidenses comprar bonos directamente a instituciones rusas.

Rusia denunció rápidamente las acciones y advirtió represalias. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que responderá de forma proporcional.

"El embajador de los Estados Unidos en Rusia está ahora mismo en nuestro Ministerio. Difícilmente habría dicho esto antes, pero puedo decirlo ahora: No va a ser una reunión agradable para él", dijo la portavoz de Exteriores, Maria Zakharova, en una rueda de prensa.

Las acciones, presagiadas durante semanas por la administración, representan las primeras medidas de represalia anunciadas contra el Kremlin por el ataque, conocido familiarmente como la violación de SolarWinds, acota la agencia The Associated Press.

 En esa intrusión, se cree que los piratas informáticos rusos infectaron software ampliamente utilizado con código malicioso, lo que les permitió acceder a las redes de al menos nueve agencias en lo que los funcionarios estadounidenses creen que fue una operación de recopilación de inteligencia destinada a minar secretos gubernamentales.

Además de ese truco, los funcionarios estadounidenses alegaron el mes pasado que el presidente ruso Vladimir Putin autorizó operaciones de influencia para ayudar a Donald Trump en su intento fallido de reelección como presidente, aunque no hay evidencia de que Rusia o cualquier otra persona haya cambiado los votos o manipulado el resultado.

Rusia denunció rápidamente las acciones y advirtió sobre represalias.

Las medidas anunciadas el jueves incluyen sanciones a seis empresas rusas que apoyan las actividades cibernéticas del país, además de sanciones a 32 personas y entidades acusadas de intentar interferir en las elecciones presidenciales del año pasado, incluso mediante la difusión de desinformación. 

Los 10 diplomáticos expulsados ​​incluyen representantes de los servicios de inteligencia rusos, dijo la administración Biden.