El ex fiscal general conservador, sir Geoffrey Cox, acumuló al menos £ 6 millones en un segundo trabajo como abogado remunerado mientras era parlamentario y por esa ocupación recientemente se saltó 12 votos de los Comunes en los días en que se dedicaba a ese trabajo legal para el bufete de abogados Withers, que representa a la administración de las Islas Vírgenes Británicas (BVI) en un caso de corrupción presentado por su propio gobierno, según revela un análisis del diario inglés The Guardian.

Simultáneamente, tiene acciones en el bufete de abogados Thomas More International, con sede en Mauricio, del que es presidente.

Además de la defensa de las imputaciones por sus ganancias adicionales mediante una declaración en su sitio web, en el que afirma que "no cree haber infringido las reglas", la oficina de diputado aclaró que trabaja regularmente 70 horas a la semana y siempre se asegura de que su trabajo de caso en nombre de sus electores reciba una importancia primordial y se lleve a cabo en su totalidad".

No obstante, se reveló que había votado por poder en la Cámara de los Comunes mientras ganaba cientos de miles de libras por el trabajo legal a más de 4,000 millas de distancia en el Caribe.

Según su inscripción en el registro de intereses económicos de los miembros, trabajó aproximadamente 434 horas para Withers entre enero y julio de este año, a un promedio de más de 15 horas por semana.

Participó asimismo por poder en las votaciones de los Comunes de este año sobre el escándalo del revestimiento y sobre la protección de la industria siderúrgica del Reino Unido.

Y, al aprovechar que los Comunes permiten una votación por poder generalizada, introducida debido a la pandemia de Covid-19, también pudo comparecer en una investigación de corrupción realizada en las Islas Vírgenes Británicas, un Territorio Británico de Ultramar, el mismo día se llevaron a cabo votaciones.

Entre el 19 al 22 de octubre, estuvo presente en las sesiones de audiencia durante casi 30 horas en total.

Si bien figuraba en la transcripción oficial como si estuviera en persona, en las imágenes de video asociadas se lo mostraba apareciendo virtualmente, pero con el fondo borroso, lo que significa que era difícil saber dónde podría estar.

Un funcionario de la investigación dijo que aparecía de forma remota, de acuerdo con la investigación realizada por The Guardian.

Asimismo, fue señalado por haber usado su oficina parlamentaria para realizar parte de su trabajo para Withers después de que aparecieran imágenes que lo mostraban durante una sesión hecha por Zoom con la Comisión de Investigación de BVI.

Reino Unido: un escándalo de corrupción sacude a Downing Street
Sir Geoffrey Cox
"Qué corruptos"

Frente a tales acusaciones a funcionarios del gobierno y miembros de su partido, el primer ministro Boris Johnson respondió en conferencia de prensa de la COP26 en Glasgow, que el Reino Unido "no es ni remotamente un país corrupto" y que, en todo caso, los parlamentarios que infrinjan las reglas parlamentarias sobre segundos empleos "deberían ser castigados".

Dijo que es "crucial" que se sigan las reglas de Westminster, y que sus miembros "antepongan el trabajo como parlamentario y se dediquen principalmente a sus electores".

Sin embargo, recordó que durante "cientos de años" los diputados también tenían otros trabajos, y cree que eso fortaleció la democracia del Reino Unido porque los votantes "sienten que los parlamentarios necesitan tener experiencia en el mundo".

Aun así, en la última semana recibió duras críticas por haber respaldado al exdiputado Owen Paterson, quien se descubrió que violó las reglas de cabildeo.

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Boris había ordenado a sus parlamentarios votar en contra de castigar a Owen Paterson después de que el Comité de Normas dijera que era culpable de una violación "atroz" de las reglas.

También propuso eliminar el comité y sustituirlo por otro, esta vez con mayoría conservadora y presidido por un diputado que solía ser el jefe de su esposa.

En el caso de Paterson, sólo se limitó a reflexionar que los parlamentarios no deberían usar su posición para presionar en nombre de un interés externo.

El cabildeo es una práctica para influir y orientar las decisiones de los actores políticos en el terreno legislativo, gubernamental y judicial, y se desarrolló en el ámbito de los modernos Estados democráticos, en donde se presenta un acentuado pluralismo de organizaciones de intereses.

Las revelaciones tomaron estado público una vez que el primer ministro dio el paso inusual de tratar de tranquilizar al público de que el Reino Unido "no era ni remotamente un país corrupto", mientras el Partido Conservador seguía envuelto en una serie de acusaciones sórdidas.

Sin embargo, el lunes, después de un humillante cambio de sentido que llevó a Paterson a renunciar como diputado, el primer ministro eludió un debate de los Comunes sobre la sordidez, en el que algunos de sus propios diputados protestaron amargamente contra su manejo de la controversia.

La líder adjunta del laborismo, Angela Rayner, se basó en la negativa de Johnson a disculparse por el asunto Paterson para acusarlo de "demostrar que no le importa abordar la corrupción que afectó a Downing Street, su gobierno y el Partido Conservador".

Enfatizó que le había "quitado el Mickey al pueblo británico" y que se negó a "limpiar su desorden".

"Piensa que es una regla para él y otra regla para todos los demás", agregó.