Italia se convertirá en el primer país en exigir a todos sus trabajadores públicos y privados a estar al día con su 'pase verde' de Covid-19 para ejercer su actividad.

Esto les obliga a estar vacunados con al menos una dosis, presentar una prueba PCR de menos de 72 horas o haber superado la enfermedad en los últimos tres meses.

El Consejo de Ministros de Italia aprobó el decreto para exigir el "pasaporte sanitario" a todos sus trabajadores, tanto en el ámbito público como privado.

De esta manera, Italia se convertirá en el primer país europeo en hacer obligatorio el 'pase verde' de Covid-19 para ejercer la actividad laboral.

Bajo esa medida, los empleados se verán obligados a estar vacunados contra el coronavirus con al menos una dosis, o si no es el caso, presentar una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas o haber pasado la enfermedad en los últimos tres meses.

En caso de no cumplir con los requisitos del certificado, los trabajadores italianos podrían sufrir suspensiones de empleo o sueldo, pero no podrán ser despedidos.

Las personas que ignoren el nuevo decreto y concurran a trabajar sin el pase podrán ser sancionados con una multa de 600 a 1.000 euros, mientras que para el empleador que  permita trabajar a un empleado que no está en regla, el castigo podría ser de 400 a 1.000 euros.

"Italia se pone a la vanguardia en el mundo", consideró el ministro de Administración Pública, Renatto Bruneta, tras la reunión del consejo.

Una decisión que, según el funcionario, busca que el país afronte el invierno en mejores condiciones y evite nuevos cierres por la pandemia, indica France24.com

El 'pase verde' ya es exigido para acceder a espacios públicos de recreación cerrados como los bares, restaurantes, gimnasios, museos o convenciones. Obligaciones que se ven en la mayoría de los países europeos como Francia.

La principal federación italiana de trabajadores junto con la patronal expresó su apoyo a este nuevo decreto para evitar nuevas restricciones y frenar la propagación del virus.

En marzo, Italia había ordenando a los trabajadores de la salud vacunarse, bajo el riesgo de enfrentar una suspensión de su trabajo si no lo hacían. Hasta el momento, 728 médicos fueron suspendidos. Similar iniciativa adoptó Francia.