Los operativos de rescate de personas atrapadas entre escombros de construcciones derrumbadas continuaron este sábado en Grecia y Grecia, los dos países afectados por un potente terremoto quedó una veintena de muertos el pasado viernes.

Los rescatistas siguieron buscando sobrevivientes en las zonas más dañadas por el movimiento sísmico de magnitud 7 en la escala de Richter que se produjo en en el Mar Egeo y afectó el este de Turquía y la isla de Samos, perteneciente a Grecia.

De las 22 víctimas fatales, 20 muertes se produjeron en la costera provincia turca de Esmirna, mientras que entre ese país y Grecia reportaron unos 700 heridos, además de importantes daños materiales, con derrumbes de edificios incluidos.

En la ciudad de Esmirna, la tercera más poblada de Turquía, se derrumbaron una veintena de edificios.

El sismo se produjo a las 11:51 GMT (las 14:51 en Turquía) a unos 17 kilómetros de Seferihisar, en Turquía, y a unos 10 kilómetros de las costas de la isla griega de Samos.

El terremoto causó un pequeño tsunami que inundó la ciudad costera turca de Seferihisar, según informó el sitio RTVE.

Como consecuencia del movimiento telúrico, el nivel de agua subió de forma repentina un metro e inundó una importante parte de esta ciudad turística de 44.000 habitantes.

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El coronavirus, otro inconveniente grave en Grecia

Grecia anunció este sábado que a partir del martes habrá un aislamiento parcial, que incluye toque de queda nocturno en algunas áreas del país, para evitar que la segunda ola de contagios de coronavirus desborde el sistema sanitario.

La nación helénica se sumó a los países que tomaron medidas de confinamiento ante el incremento de contagios de COVID-19.

"Debemos actuar ahora, antes de que las unidades de cuidados intensivos se doblen bajo la presión de vidas en peligro", sostuvo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, al anunciar el bloqueo parcial este sábado a través de un discurso emitido en la televisión nacional.

El nuevo cierre afectará restaurantes y otras actividades de ocio en la capital griega, Atenas, y otras ciudades importantes a partir del próximo martes.

El resto del país tendrá que cumplir con un toque de queda nocturno, así como también se impuso la obligatoriedad del uso de tapabocas incluso al aire libre.

"El virus está atacando en oleadas y tenemos que adaptarnos rápidamente", justificó Mitsotakis.