Los países estudiaron el sábado un borrador para el acuerdo climático final de la COP27, y algunos negociadores afirmaron que estaban cerca de lograr un avance en los polémicos esfuerzos para compensar a las naciones pobres agobiadas por los costosos impactos climáticos.

La agencia climática de la ONU publicó el sábado un nuevo borrador de acuerdo, pero no estaba claro de inmediato si los 197 Gobiernos representados en la cumbre de este año la respaldarían.

Horas antes, funcionarios de los 27 países de la Unión Europea dijeron que estaban dispuestos a abandonar las conversaciones si el acuerdo no avanzaba en los esfuerzos para frenar el calentamiento global al exigir que los países tomaran medidas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

"Preferimos no tomar ninguna decisión a tomar una mala decisión", dijo el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans, quien expresó su preocupación por el hecho de que algunos países -a los que no identificó- se resisten a acordar recortes de emisiones más audaces en esta década.

El resultado de la conferencia de dos semanas, que debía terminar el viernes, se considera una prueba de la determinación mundial de luchar contra el cambio climático, aunque la guerra en Europa y la inflación galopante distraen la atención internacional.

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El sábado, con los países aún divididos en varios temas, el presidente egipcio de la COP27, Sameh Shoukry, instó a los delegados a "estar a la altura de las circunstancias" y unirse en torno a un acuerdo final.

El último borrador no es el definitivo, ya que contiene una hoja de ruta sobre los acuerdos de financiación por "pérdidas y daños", el dinero que exigen los países en desarrollo que sufren los daños de fenómenos relacionados con el clima como las inundaciones, la sequía y el alza del nivel del mar.

Sin embargo, los países afirmaron que estaban cerca de llegar a un acuerdo para crear dicho fondo.

La idea de un fondo para pérdidas y daños se lleva debatiendo desde hace décadas, pero nunca antes se había incluido en el orden del día oficial de una cumbre sobre el clima, ya que los países ricos temían que pudiera abrirles las puertas a la responsabilidad por su contribución histórica a las emisiones.

En un intento de cerrar la enorme brecha existente entre los compromisos actuales y los recortes mucho más profundos que se necesitan para evitar un cambio climático desastroso, el borrador también pedía que los países que aún no lo hayan hecho mejoren sus objetivos de reducción de emisiones para 2030 antes de finales del próximo año.

(Información adicional de Valerie Volcovici y Jake Spring; escrito por Richard Valdmanis y Dominic Evans. Editado en español por Javier Leira, Reuters)