Confirman que los cuerpos encontrados en México pertenecían a dos turistas australianos y un estadounidense
Fueron reconocidos por sus familiares y se sospecha que fueron asesinados a balazos durante un asalto.
Los padres de los tres turistas desaparecidos a fines de abril en el norte de México -un estadounidense y dos australianos- confirmaron el domingo que los cadáveres hallados en un pozo son de sus hijos, informó la fiscalía local.
El estadounidense Carter Rhoad, de 30 años, y los hermanos australianos Callum, de 33, y Jake Robinson, fueron reportados como desparecidos la semana pasada, tras acudir a una playa poco concurrida a practicar surf en el estado mexicano Baja California, fronterizo con Estados Unidos.
"La confirmación se da una vez que los familiares de las víctimas pudieron identificarlos, sin la necesidad de que se realizaran las pruebas de genética", dijo la fiscalía estatal en un comunicado.
Más temprano, la fiscal estatal, María Elena Andrade, había informado que los padres de las víctimas habían llegado durante el fin semana a esa región mexicana para identificar los cadáveres.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana emitió un comunicado la noche del domingo para expresar sus condolencias. "La Cancillería se solidariza con los familiares de las víctimas ante este trágico acontecimiento y lamenta profundamente el desenlace de los hechos", dijo.
Además, detalló que desde que se reportó la desaparición de los turistas, mantuvo un diálogo constante y directo con la embajadora de Australia en México, Rachel Elizabeth Moseley, y con su equipo, para apoyar a la misión diplomática en sus gestiones por el caso.
La hipótesis que maneja la fiscalía estatal es que los tres turistas fueron a una playa llamada La Bocana, en Ensenada, a acampar con un vehículo tipo pickup y varias personas se acercaron en un auto similar para asaltarlos y llevarse piezas de su camioneta. Al resistirse, dispararon contra ellos. Tres personas fueron detenidas por el crimen.
Una fuente de la institución indicó a Reuters que las víctimas recibieron un disparo en la cabeza, una práctica habitual en los homicidios del crimen organizado. Aunque Andrade dijo que la implicación de esos grupos criminales no es por el momento la principal línea de investigación, tampoco la descartó.
Los cadáveres fueron hallados el viernes en un pozo de 15 metros de profundidad ubicado en un área de difícil acceso a unos seis kilómetros del lugar del asalto. "No fue un ataque a turistas, fue con el ánimo de robar un vehículo. Seguramente desconocían el origen de estas personas", sostuvo Andrade.
Fuente: Reuters