La inflamación pulmonar del papa Francisco y las dificultades respiratorias asociadas persistían, pero se encontraba en condición estable y sin
fiebre, informó el Vaticano. 

El Sumo Pontífice continuaba sometido a una terapia con antibióticos, se añadió.

A finales de la semana pasada, el Papa se sometió a una tomografía computarizada en un hospital de Roma después de que un ataque de gripe lo obligara a cancelar sus actividades.

La prueba excluyó la neumonía pero detectó la inflamación.

Una parte de uno de los pulmones del Papa fue extirpada cuando Francisco era joven en su Argentina natal.

"Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos", señaló el Papa en su audiencia semanal del miércoles, celebrada en el interior del Aula Pablo VI del Vaticano. 

El pontífice de 86 años parecía jadeante y limitó su discurso en el evento, celebrado el día después de que tuvo que cancelar un viaje a la cumbre climática COP28 en Dubai por orden del médico. 

Anunció que un asistente leería su texto principal en su lugar con estas palabras: "Todavía no me siento bien con esta gripe y (mi) voz no es agradable".

Fue recibido en una sala abarrotada con aplausos y cánticos de "Viva il papa" (Viva el Papa).

Francisco volvió a hablar al final de su audiencia para pedir la continuación de la tregua en la Franja de Gaza, la liberación de todos los rehenes y el acceso de la ayuda humanitaria al territorio.

"Pedimos la paz", expresó, mencionando también a Ucrania, según un cable de la agencia de noticias Reuters.

El Papa, que está recibiendo informes sobre el terreno de la parroquia católica de Gaza, expresó su preocupación por la falta de agua, pan y el sufrimiento de la gente corriente. 

"La guerra es siempre una derrota, todos pierden (excepto) un grupo que se beneficia mucho: los fabricantes de armas que ganan mucho dinero con la muerte de otros", afirmó.

El Papa abundó este jueves acerca de su estado de salud cuando reveló que padece una bronquitis aguda muy contagiosa. 

"Como pueden ver, todavía estoy vivo", declaró de manera improvisada durante una audiencia en un seminario sobre salud y ética, según una transcripción del Vaticano.

Francisco continuó: "El médico no me ha dejado ir a Dubái. La razón es que allí hace mucho calor, y pasas del calor al aire acondicionado, y (no es conveniente) en esta situación bronquial. Gracias a Dios no era neumonía. Es una bronquitis muy aguda, infecciosa".

Francisco aseguró que no tiene fiebre y confirmó que está tomando antibióticos.

Durante otra audiencia el jueves con teólogos, el pontífice les pidió: "Recen por mí. Recen por mí, no en contra, porque este trabajo no es fácil. Gracias".