Tras haberse escrutado más del 98% de los votos, el conservador Partido Popular (PP) se queda con 65 de las 136 bancas de la Asamblea de Madrid, el Parlamento de la principal comunidad autónoma de España.

De esta forma, Isabel Díaz Ayuso logró conseguir más del doble de los escaños que había obtenido en las elecciones de 2019, cuando le alcanzaron sólo 30 para ser investida presidenta con el apoyo en ese momento de Ciudadanos y de Vox.

Estas 65 bancas la dejan a cuatro de la mayoría absoluta de 69, y además frustran cualquier posibilidad de un gobierno de izquierda, ya que entre el Partido Socialista (PSOE), Más Madrid (MM) y Unidas Podemos (UP) suman solamente 58.

Asimismo, el PSOE fue el partido al que peor le fue, ya que pasó de 37 a 24 escaños. Por otro lado, Más Madrid pasó de 20 a 24 y UP de 7 a 10, un leve avance, más si se considera que fue a las urnas con su líder, Pablo Iglesias, como candidato. Tras conocerse los resultados, de hecho Iglesias anunció su retiro de la política.

En el otro sector del arco político, el ultraderechista Vox, con 13 escaños, mejora en uno los de 2019, y los liberales de Ciudadanos se quedaron afuera ya que no llegaron al 5% de los votos necesarios para tener representación en el Parlamento regional, frente a los 26 diputados que obtuvieron en 2019.

De esta forma, Ayuso podrá gobernar en soledad, porque le alcanzará con que Vox se abstenga en la segunda votación de investidura para ser reelecta presidenta.

La participación del 80,73% fue la más alta en estas elecciones en las que estaban llamados a votar 5,1 millones de ciudadanos. Son 16,46 puntos más que en las elecciones de mayo de 2019, a pesar de haberse celebrado en plena pandemia de Covid-19.