Colombia advierte estos días la desaparición de enjambres en diferentes regiones de su territorio y las investigaciones oficiales apuntan al fipronil, un pesticida vetado en Europa y de uso restringido en los Estados Unidos y China. En la última década, apicultores de los Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Francia, Rusia, Australia, entre otros, han denunciado mortandad de abejas por agrotóxicos, advierten medios internacionales este miércoles.

El fipronil es altamente tóxico para las abejas. Su uso en cultivos de maíz y girasol -que atraen a estos insectos- fue prohibido en 2013 por la Unión Europea (UE), que también decidió no renovar las licencias para su empleo en otras plantaciones.

Según el gobierno local, entre 2016 y 2019 cinco empresas multinacionales compraron grandes extensiones de tierra en el segundo departamento más pequeño de Colombia, Quindío, para unirse al boom aguacatero.

Las exportaciones saltaron de 1,7 toneladas en 2014 a 44,5 toneladas en 2019. A principios de 2021, el gobierno celebró haberse convertido en el mayor proveedor de aguacates de Europa. Según los campesinos, estos cultivos son muy vulnerables a las plagas y requieren fumigaciones intensas.

Así, las abejas son rociadas con fipronil mientras vuelan por entre el verde. "Ellas traen este veneno a la colmena y mata completamente a todo el resto", explicó un apicultor entrevistado en el marco de una investigación periodística.

Los apicultores de Asoproabejas han registrado en video decenas de mortandades en varias regiones, principalmente en el oeste de Colombia. Según ellos, la pérdida va más allá de su industria, pues las abejas son un polinizador crucial para la reproducción de muchas plantas silvestres y de un tercio de las cosechas agrícolas. Estudios recopilados por la UE han alertado del declive de la población de estos animales en el orden global.

En 2020, el estatal Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) fue notificado por los apicultores de 256 envenenamientos en colmenas solo en Quindío. Diez millones de abejas murieron. El ICA tomó muestras en seis apiarios afectados.

Las investigaciones "han arrojado que la molécula fipronil es una de las causantes de la mortalidad", detalló Jorge García, gerente regional del ICA, a la AFP, dice una publicación del sitio France24.com El ICA niega que haya un vínculo entre la expansión de los cultivos de aguacate en el Quindío y la desaparición de colmenas.

"Han tratado de decir que es el culpa de los cítricos, del aguacate o del café, sencillamente no se puede satanizar ningún cultivo", enfatiza García. Pero ante la destrucción de los enjambres, la Apícola de Oro, que produce 36 toneladas de miel al año, decidió mudarse a otra región.