El gasoducto de la Ruta Este, que conecta Rusia con China, está listo para iniciar operaciones, marcando un hito en la colaboración energética entre ambos países y fortaleciendo el suministro de gas natural a las principales regiones chinas.

La Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China ha anunciado la finalización del gasoducto de la Ruta Este, una infraestructura de 5.111 kilómetros que conecta Heihe, en la provincia de Heilongjiang, con Shanghái. Este proyecto está diseñado para suministrar hasta 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año, cubriendo la demanda de regiones clave como las tres provincias del noreste, Beijing-Tianjin-Hebei y el Delta del Río Yangtsé.

El gasoducto permitirá satisfacer las necesidades anuales de gas de aproximadamente 13 millones de hogares urbanos en estas áreas. Este desarrollo se enmarca en la estrategia de Rusia de diversificar sus exportaciones energéticas hacia Asia, especialmente hacia China e India, tras las sanciones occidentales y los daños a infraestructuras como los gasoductos Nord Stream.

En octubre, Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) acordaron aumentar el volumen de suministro de gas. Este año, Gazprom suministrará a China 1.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas, según Vitali Markélov, vicepresidente de la empresa rusa. Además, ambas compañías acordaron elevar al máximo los suministros diarios a través del gasoducto Fuerza de Siberia, que comenzó a operar en 2019 y actualmente transporta hasta 38.000 millones de metros cúbicos anuales.

La finalización del gasoducto de la Ruta Este refuerza la cooperación energética entre China y Rusia, consolidando su posición en el mercado energético asiático y contribuyendo a la seguridad energética de la región.