Las tácticas de China para prevenir la importación de casos de Covid-19 y su resurgimiento en el país siguen siendo eficaces para la variante Ómicron del virus, señalaron expertos médicos.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China estableció un método especial de análisis de ácido nucleico dirigido a la nueva variante y sigue monitorizando la secuencia del genoma de posibles contagios importados, explicaron en una conferencia de prensa celebrada por la Comisión Nacional de Salud.

Ante la nueva variante, los expertos también pidieron al público, incluidos quienes están totalmente vacunados, que usen mascarillas en lugares públicos y durante el tránsito, implementen el propio cuidado de la salud y reduzcan los viajes de entrada y salida no esenciales.

Por otra parte, el receptor de la vacuna contra la Covid-19 de mayor edad en China hasta ahora tiene 106 años, informó este martes la Comisión Nacional de Salud. Ya se administró una cantidad que ronda más de 500 millones de dosis de vacunas chinas a personas mayores de 60 años dentro y fuera de China, informó Zheng Zhongwei, funcionario de la comisión, en una conferencia de prensa.

Las vacunas chinas han mostrado un buen nivel de seguridad entre los ancianos, dijo Zheng. Agregó que la tasa de efectos adversos entre los mayores de 60 años es ligeramente inferior a la observada en el grupo de edad de 18 a 59 años.

Más de 215 millones de chinos de 60 años o más han recibido al menos una dosis de vacuna contra la Covid-19, y de ellos, 206 millones han completado su vacunación contra el virus, informó este martes un funcionario de la Comisión Nacional de Salud (CNS).

La vacunación voluntaria entre los ancianos ha progresado de manera constante en todo el país, dijo Cui Gang, funcionario de la comisión, en una conferencia de prensa.

Según datos publicados por el Buró Nacional de Estadísticas en mayo pasado, la población de chinos de 60 años o más en la parte continental era de 264,02 millones.

Otro funcionario de la CNS, Zheng Zhongwei, señaló que las tasas de vacunación contra la Covid-19 entre las personas mayores de 70 y 80 años permanecían bajas en algunas regiones.

Zheng dijo que se debe trabajar más para acelerar la vacunación de las personas en estos grupos de edad.

Dado el hecho de que los ancianos son más propensos a sufrir de una enfermedad subyacente o tener un sistema inmunológico débil, impulsarlos a vacunarse enfatiza la seguridad, dijo Cui.

Se requieren investigaciones sobre las condiciones de salud de los receptores y controles de contraindicaciones, y los receptores deben estar bien informados sobre su vacuna, su función y los efectos secundarios antes de la inoculación, señaló.

Las vacunas chinas han demostrado un buen nivel de seguridad entre los ancianos, dijo Zheng.